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ASUNCIÓN.- El ministro liberal de la Corte Suprema de Justicia, Sindulfo Blanco, “cajoneó” el expediente de Horacio Cartes, quien recurrió a la Justicia para buscar que se corrija el grave atropello a la institucionalidad. No se reconoció en el Congreso que fue electo y proclamado para jurar como senador activo. La actitud de Blanco sería para congraciase con el poder de turno.
A principio de julio, el entonces presidente de la República, Horacio Cartes recurrió a la Corte Suprema de Justicia, solicitando que se respete su derecho, invocando una acción originada ante la propia máxima instancia judicial, por una violación constitucional en el Senado.
La presentación fue realizada por Daniel Mendonca, pero hubo una cadena de inhibiciones en la Sala Constitucional, ya que los ministros Antonio Fretes, Miryam Peña, Gladys Bareiro y Raúl Torres Kirmser se apartaron. El caso pasó al ministro liberal Sindulfo Blanco.
La Corte había habilitado a Cartes a participar de las elecciones, por lo cual el fallo en cuestión cae de maduro. Sin embargo, como el ministro Blanco se jubilará en unos meses, “cajoneó” el expediente´, como una forma de congraciase con el poder de turno, para no tener que responder luego a una serie de denuncias en su contra.
Esa actuación de Blanco no sorprende, porque hay que recordar que había preopinado sobre el caso Horacio Cartes y Nicanor Duarte Frutos. En el mes de abril, unos días después de las elecciones, dijo que la idea de los mencionados de jurar como senadores activos “son caprichos particulares”, agregando que si se produce sería “en perjuicio de la ciudadanía y del orden constitucional y democrático”.
Ignorando lo dispuesto por la Sala Constitucional de la Corte, manifestó que ambos sabían de antemano que una vez terminado el mandato serán senadores vitalicios. “Habilitarlos a la senaduría activa sería tergiversar la Constitución, las leyes y la ética”, enfatizó.
Reiteró que “no se puede convalidar caprichos particulares en perjuicio del orden establecido en la Constitución, en perjuicio de esta al igual que de la ciudadanía y el orden democrático establecido en la República del Paraguay”.
Vale recordar que toda esta situación de originó a raíz de la decisión tomada por el presidente de la Cámara de Senadores de entonces, Fernando Lugo. Fuera de sus atribuciones, convocó para prestar juramento a Rodolfo Friedmann, por la incompatibilidad que tenía Horacio Cartes para jurar, ya que no fue aceptada su renuncia.
Friedmann y Mirta Gusinky se presentaron a jurar, por lo dispuesto por Lugo basándose en un artículo que va en contra de lo que establece la Constitución Nacional, ya que pertenece a un reglamento del año 1967. En base a estos argumentos la Corte dictó una resolución totalmente en contra de lo que establece la Carta Magna.
