ADN Digital
Artículos relacionados
CURUGUATY.- El suboficial inspector Óscar Paredes, aseguró que recibió la comunicación por parte del comandante de la Policía Nacional, Críspulo Sotelo de que sería dado de baja esta semana. Había denunciado un supuesto hecho de corrupción en la Comisaría 5ª de Curuguaty el año pasado.
El 16 de julio del 2015, Óscar Paredes tomó su turno en la dependencia policial donde se encontraba detenido Diego Candia, cuñado de Vilmar “Neneco” Acosta, sindicado de ser el autor moral del asesinato del periodista Pablo Medina y su asistente Antonia Almada, cuando se percató que el detenido no se encontraba en el calabozo, sino en una pieza, razón por la que intentó trasladarlo pero fue reprendido por el jefe de la unidad, Antolín Peralta.
El denunciante indicó que el comisario le dijo: “No te metas en los asuntos del jefe”, y agregó que luego fue amenazado con un traslado.
Ante la negativa de cumplir la orden, el uniformado recibió la carta de presentación de la Jefatura de Policía de Canindeyú, a las 07.00 de ese mismo día, desde donde se ordenó su traslado a una dependencia policial de Ciudad del Este.
El suboficial alega que la Justicia Policial no tomó en cuenta el informe que dejó plasmado en el libro de novedades donde “obra la irregularidad constatada aquella noche”.
Teniendo en cuenta que los jefes de la Comisaría habían mencionado que esa dependencia tenía dos calabozos, Paredes solicitó la presencia del escribano mayor de Curuguaty, Lidio González Molinas, quien confirmó que solo había uno.
El suboficial asegura también que posterior a la verificación fueron colocados barrotes de hierro en la cuestionada pieza, para que simulara ser otro calabozo y el hombre siguiera gozando de privilegios.
Actualmente, el suboficial inspector Óscar Paredes cursa el último año de la carrera de Derecho en la Universidad Nacional de Canindeyú (UNICAN).
