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Independientemente de los problemas de índole organizacional, si corresponde fusionar o no la Sicom con Senatics, Conatel y Copaco, la cuestión de fondo que debe discutirse del proyecto preparado por diputados del movimiento Añetete es la entrega del control de las telecomunicaciones al poderoso empresario Antonio J. Vierci, quien ya se adelantó y puso a su sobrino y brazo derecho, Alejandro Peralta Vierci, al frente de lo que sería un superministerio, que tendría bajo su control del ingreso de ingentes recursos de Conatel y la regulación de las radios y canales de TV, así como de la telefonía. Los diputados Arnaldo Samaniego y Ramón Romero Roa “invitan a un debate”, pero se esconden y hasta el momento nadie da la cara. Existe sospechas de una aprobación sin debate ni análisis ciudadano ni parlamentario.
ASUNCIÓN.- Nadie habla del proyecto que ingresó a Diputados bajo el brazo de Alejandro Peralta Vierci y la firma de los diputados Arnaldo Samaniego y Ramón
Romero Roa, que responden al movimiento colorado Añetete y particularmente a su líder Mario Abdo Benítez.
El proyecto está creado por un grupo empresarial para quedarse con una parte importante de la administración de las telecomunicaciones, frecuencias de radio y TV, además de manejar los recursos que general Conatel y Copaco.
El diputado colorado Walter Harms destacó al respecto que “la creación de un Ministerio de Comunicación, tal como pretende conseguir Mario Abdo Benítez para dotar de superpoderes a Alejandro Peralta Vierci, se trata de una acomodo de intereses de grupos sectarios y políticos”.
El documento plantea unificar, en una sola institución (Ministerio de Comunicaciones y Tecnologías), la Secretaría Nacional de Información y Comunicación para el Desarrollo (Sicom) y la Secretaría Nacional de Tecnologías de la Información y Comunicación (Senatics).
El punto conflictivo se da con la inclusión de Conatel y Copaco, hecho que el diputado Samaniego minimiza y aclara que el proyecto no supone impacto presupuesto; sin embargo no explica de qué manera lo evitarán.
Harms agregó que “además la creación de nuevos ministerios, que no tienen sustento institucional o jurídico únicamente lo que harán es cargar más instituciones públicas a un Estado ya sobrepoblado”.
Desde hace más de dos semanas el proyecto que crea el superministerio está en estudio en comisiones de la Cámara Baja, pero se trata de la misma manera que entró; en absoluto silencio. Ningún organismo involucrado, directa o indirectamente, fue convocado a emitir su opinión y menos se llamó a audiencia pública. Los responsables del proyecto, los diputados Arnaldo Samaniego y Ramón Romero Roa “invitan” a debatirlo pero se ocultan de los medios y menos organizan una mesa de conversaciones.
Hace un poco más de una semana y ante una fuerte presión de los medios de un sector de la ciudadanía, el diputado Samaniego propuso una audiencia pública con el propósito de socializar el proyecto de ley que crea el Ministerio de Comunicaciones y Tecnologías de la Información y establece su Carta Orgánica, porque alega que “existe desinformación”. Sin embargo, aquello quedó ahí y escapa de los medios de prensa que intenta saber de qué se trata el planteamiento.
Samaniego insiste en la necesidad de un debate, y lo dijo en dos ocasiones, pero después desapareció de la vista de los medios. El caso de Romero Roa es aún más grave pues hasta el momento no dio la cara para aclarar algunos puntos del proyecto.
En la víspera, Samaniego se recluyó en su oficina de la Comisión de Presupuesto para no hablar con los periodistas.
