VILLARRICA.- Dos supuestas víctimas de abuso sexual por parte de sacerdotes, confirmaron que el superior de los religiosos les ofreció un arreglo amistoso para evitar que el hecho tome estado público.
Los acusados son los sacerdotes Gustavo Ovelar y Francisco Javier Bareiro. El superior de los mismos, Francisco Carrillo, habría querido llegar a un acuerdo amistoso para impedir que el hecho salga a la luz.
La madre de uno de los acusados, contó que su hijo de 19 años habría sufrido los abusos cuando tenía 15 años y estaba presto a recibir el sacramento de la confirmación. Relató que asistía junto a sus primos a retiros espirituales de la Capilla Cristo Rey de Villarrica y fue en uno de esos eventos, que el padre Francisco Javier Bareiro empezó a tener atenciones con él.
Según expresó, el calvario del joven inició después de un viaje a Caacupé, donde quedaron a dormir tras la celebración de una Santa Misa. En esa ocasión el sacerdote supuestamente manoseó al adolescente mientras dormía.
“Le llamaba a toda hora, le decía que quería hacerle el amor, que estaba enamorado de él. Después se calmó, le pidió disculpas y le dijo que todo se trató de una broma”, declaró la mujer.
Posteriormente el padre Bareiro volvió a citar al joven, para acompañarlo a una misa. Sin embargo, desvió el camino y lo llevó a un balneario de Coronel Oviedo, donde se produjo el abuso sexual.
Afectado por el suceso, el menor viajó a la Argentina. La madre contactó con otras víctimas y decidieron encarar al superior de los padres, Francisco Carillo.
Supuestamente éste les pidió que lleguen a un “acuerdo amistoso” con Ovelar y Bareiro. Otro de los presuntamente abusados habló con la misma emisora y añadió que Carrillo solicitó que paren con las denuncias o sino podrían terminar muy mal.