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Al mandar al basurero el proyecto de Ley que aprobaba un préstamo de 200 millones de dólares del BID para culminar obras de infraestructura emprendidas por el MOPC, los senadores no solamente dejan sin trabajo a 50 mil obreros paraguayos sino que impiden que el llamado superviaducto que está en construcción en la zona de Madame Lynch queden sin poder continuar. Intentamos comunicarnos con los representantes de la Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa) y los sindicalistas para consultarles si realizarán algún lobby, pero no conseguimos.
ASUNCIÓN.– Las empresas dedicadas a obras viales aún parecen no reaccionar por el duro golpe recibido el jueves pasado, cuando la Cámara de Senadores rechazó un proyecto enviado por el Ejecutivo que aprobaba el préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo que iba a permitir la continuidad de obras como el superviaducto y la ruta 3, entre Mariano Roque Alonso y Limpio.
Estas obras están muy avanzadas y el viaducto mencionado hubiera ayudado a solucionar la grave congestión vehicular de la zona. Sin embargo, luego de esta decisión, solo se continuará trabajando hasta fin de mes; lo mismo ocurrirá con la ruta 3 y ambas paralizaciones dejarán sin trabajo a 50 mil paraguayos justamente antes de Navidad.
Ambas obras podrían continuar el año próximo, siempre y cuando el Congreso no modifique el proyecto de Presupuesto remitido por el Ejecutivo, lo cual tampoco sería de extrañar a esta altura.
Si un proyecto es aprobado en una cámara y rechazada en la otra, se tiene el mecanismo de la segunda vuelta, en donde la de origen puede ratificarse en su sanción. Pero cuando es la misma cámara de origen la que lo rechaza no hay apelación posible y el tema, sin importar su incidencia, va a parar al tacho de basura.
El problema que existe y que agudiza el conflicto entre el gobierno y la confabulación que existe en el Senado entre los disidentes colorados y la oposición, es que constitucionalmente, todos los proyectos del Ejecutivo que tienen que ver con cuestiones económicas debe ser iniciados en la Cámara Alta, así que si esta la rechaza, no hay forma de que Diputados solucione el problema.
Así que las empresas de obras viales se encuentran con serios problemas para apelar la decisión del Senado puesto que, de hecho, es como si el proyecto jamás hubiera existido, por lo tanto no pueden recurrir a la Corte con alguna acción de inconstitucionalidad, mecanismo reservado solo con una ley vigente.
Pero sí les queda la posibilidad de realizar un fuerte lobby en la Cámara de Senadores para intentar rever esta postura. De hecho, el proyecto puede volver a ser presentado por algún senador que se haga cargo del tema, así que no todo está perdido aunque los tiempos antes del receso parlamentario sean cada vez más cortos.
A pesar de la premura del tiempo, pareciera que los responsables de las vialeras todavía no hay reaccionado ante el golpe recibido y no están preparados para dar una postura oficial del sector.
