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ASUNCIÓN.– Las exigencias de los transportistas no se ajusta a la situación porque se redujo el precio del gasoil, pero también porque “nunca cumplieron los compromisos asumidos para mantener la calidad del transporte, sobre todo el diferencial, nunca fueron eficientes”, dijo Mercedes Canese, ex viceministra durante la administración de Fernando Lugo.
Asegura que “estos empresarios ganan mucho dinero ofreciendo un servicio pésimo, y ahora que bajó el diésel no se justifica sus advertencias de aumentar precios del boleto”, dijo.
La profesional señala que la tarifa del servicio convencional debería ser de G. 2.200 y del diferencial como máximo debe ser 2.400 o G. 2.600, “con o sin subsidio al pasaje de G. 200 por boleto”.
Cuando se implementó el servicio diferencial los transportistas se comprometieron a mantener elevado el nivel del servicio sin embargo esto no ocurrió “nunca fueron eficientes en la prestación del servicio de los buses con aire y el subsidio”, dijo Canese.
En su análisis apuntó que “existen varios componentes que deben tenerse en cuenta para establecer el precio del pasaje, tales como la rebaja del precio del diésel, y la utilización de tecnología y repuestos chinos en los buses; pero este gremio siempre actuaron mal”.
También tiene su responsabilidad el viceministerio del Transporte que no ejercía controles “que es la vía regular para las inspecciones. La fiscalización y control es del Viceministerio de Transporte, no es Cetrapam, pero estos actúan como tales. Manejan a su antojo el sector”, sentenció.
