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El arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, afirmó que un gran desafío patriótico que tenemos es demostrar una firme voluntad para consensuar estrategias y mecanismos viables que ayuden a vencer el estado de corrupción e impunidad que permea nuestras instituciones. En ese sentido, abogó por una reforma judicial. Expresó que con un sistema judicial independiente se podrá consolidar la democracia en nuestro país. Fue durante el Te Deum por el Día de la Independencia, en la Catedral Metropolitana, que contó con la presencia del presidente Horacio Cartes, de la vicepresidente Alicia Pucheta, el electo presidente Mario Abdo Benítez y ministros del Poder Ejecutivo.
ASUNCIÓN.- Según monseñor Edmundo Valenzuela, el estado de corrupción e impunidad priva a nuestros pueblos de los recursos imprescindibles para lograr condiciones de vida digna y plena para amplios sectores de nuestra sociedad que vive en la indigencia, en la pobreza y pobreza extrema.
“Para vencerlos debemos impulsar, con voluntad firme, la reforma del sistema judicial y penitenciario, la depuración y el saneamiento estructural de las instituciones públicas y contar con jueces y fiscales probos en todas las instancias judiciales. Una justicia proba e independiente será la mejor garantía para consolidad la democracia”, expresó.
Agregó que urge trabajar mancomunadamente por la soberanía territorial, energética y alimentaria, superando varios factores que agreden nuestra identidad como nación.
Valenzuela dijo también que el bien común es deber de todos los miembros de la sociedad y que la colaboración de cada ciudadano es uno de los pilares y garantía para la realización plena, estabilidad y fortalecimiento de la democracia.
Recordó igualmente que la promoción del desarrollo humano y la solución de la inequidad estructural no se refleja en una disminución de la brecha social.
Dijo que existe una marcada iniquidad que mantiene al 29% de la población en la línea de la pobreza. Instó además al gobierno entrante a articular los mecanismos para que los sectores menos favorecidos accedan a tierras y a reducir la desocupación juvenil.
“CHIQUITUNGA”
Por último, resaltó lo que será la beatificación de María Felicia de Jesús Sacramentado, llamada familiarmente “Chiquitunga”. “Su amor apostólico, para gloria de Dios y salvación de las almas, nos ayude, como país, a buscar el bien común y la dignificación de cada persona y de toda familia paraguaya”, subrayó.
“DEVOLVERLE LA MORAL A UN ESTAMENTO FUNDAMENTAL”
Al termino del Te Deum, el presidente electo, Mario Abdo Benítez, se refirió a la homilía del arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela. Dijo que hay que compartir varios puntos de lo manifestado por el prelado y uno de ellos es la corresponsabilidad. “En este primer punto, enfrentar juntos todos los paraguayos de bien los desafíos que tenemos para transformar nuestra realidad o para mejorarla; segundo, el énfasis que pusieron para la renovación de la justicia. Que haya realmente una justicia justa, valiente, reforma estructural y devolverle la moral a un estamento fundamental de nuestro sistema republicano. Entonces es otro de los desafíos que tenemos y que debemos asumir juntos”, manifestó.
Asimismo, señaló que el arzobispo Valenzuela habló además sobre la necesidad de enfocarnos hacia la defensa de los valores. “En la lucha no se le puede servir a dos amos, a Dios, al dinero, o a la patria. Tenemos que entender quienes somos servidores públicos que la función pública es servicio a nuestro pueblo y no para satisfacer intereses personales. Renueva el compromiso que hemos hecho en campaña porque hay ejes que nosotros hemos sostenido en este proceso electoral que hoy lo escuchamos con mucho agrado y que ojalá esto se convierta en un compromiso de todos los paraguayos”, expresó el presidente electo.
