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BOGOTÁ.- El presidente colombiano Juan Manuel Santos reaccionó ante la amenaza del frente “Armando Ríos”, uno de los más antiguos de la guerrilla que se opone a la declaración de paz entre el grupo guerrillero y el Gobierno de Colombia.
Cuando parecía que la negociación de paz entre Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) estaba encaminada, un percance surgió en el camino del presidente Juan Manuel Santos. Una facción de la guerrilla, autodenominada “Armando Ríos”, amenazó con no desmovilizarse.
De acuerdo a los medios locales, durante un evento de pedagogía de paz que lideró en El Retorno, Guaviare, el mandatario afirmó que recibió información esta negativa de ese frente de las FARC, que actúa dentro de ese departamento y que hicieron constar que no se unirán a los acuerdos que se firmen para acabar con 50 años de guerra.
“Permítanme aprovechar para darles un mensaje a esas personas del frente primero que tienen dudas: no lo duden, acójanse a este proceso porque será su última oportunidad”, advirtió Santos, quien añadió que, si no aceptan el proceso, “terminarán, se los aseguro, en una tumba o en una cárcel”.
El medio colombiano Caracol Radio dio a conocer el comunicado del grupo guerrillero, en el cual hacía pública su negativa de desmovilizarse tras la firma de los acuerdos de Cuba “Hemos decidido no desmovilizarnos, continuaremos la lucha por la toma del poder por el pueblo y para el pueblo, independientemente de la decisión que tomen el resto de integrantes de la organización guerrillera. Respetamos la decisión de quienes desistan de la lucha armada, dejen las armas y se reincorporen a la vida civil. No los consideramos nuestros enemigos”, dice el escrito.
Esta es la primera estructura de las FARC que manifiesta públicamente su descontento ante la medida tomada en La Habana. Si bien no es la más numerosa, sigue causando problemas tanto para el gobierno como para la misma FARC.
El periódico El Tiempo publicó que el frente primero “Armando Ríos”, que delinque en las selvas del suroriente, es una de las estructuras de las FARC más comprometidas con el narcotráfico, ya que controla los cultivos, laboratorios y rutas de la coca hacia Venezuela.
Las autoridades colombianas afirman que el frente está integrado por unos 400 guerrilleros. 100 están en zona de campamentos y 300 son milicianos. Este frente es uno de los más antiguos de las FARC y se metió en el negocio de la coca a través del “gramaje”, un impuesto que cobraban a los narcos que estaban en su zona.
