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Desde el momento en que Pertropar comenzó a participar en el mercado de los combustibles, primero los emblemas y estaciones de servicio, y ahora la Cámara Paraguay del Gas (CAPAGAS), se lanzaron a una “cruzada” para que la petrolera estatal diera marcha atrás y los dejara nuevamente con las manos libres para manejar los precios a su gusto y paladar. Ocurre que siempre fijaron los precios de las naftas y del gas licuado a su entero antojo, en detrimento de los consumidores, claro está. Eso empezó a cambiar en la actual administración. Los combustibles expeprimentaron algunas bajas y, próximamente, sucederá lo mismo con el gas. Por eso pegan el grito al cielo los miembros del “cartel”, cuyos groseros márgenes de ganacias tendrán que reducirlos inexorablemente.
En la vípsera, directivos de la Capagas y Apesa (Asociación de propietarios de Estaciones de Servicios) hicieron declaraciones que no tienen desperdicio, por la forma en que combinaron una alta dosis de ignorancia con otra de cinismo. El titular de la primera, Pedro Ballota, advirtió que (en Paraguay) “estamos transitando por el mismo camino que Velezuela” y que “este gobierno va a fundir al país”. Mientras que el vicepresidente de la segunda, Vicente San Martín, sostuvo que está en curso un proceso de “estatización” y calificó a la administración Cartes de “populista”.
Los señores Ballota y San Martín probablemente sepan mucho de cómo manotear nuestros bolsillos con la venta de gas licuado y naftas, pero poco o nada de los conceptos y procesos a los que hizo referencia, que notienen relación alguna con nuestra realidad. ¿venezolanización o estatización de nuestra economía?. ¿Desde qué país habrán hecho semejantes declaraciones?
La economía paraguaya es una de las más abiertas de la región y en la que el sector privado tiene mayor participación, cuya contracara es justamente las casi inexistentes empresas estatales. El modelo económico es de neto corte liberal. Y también es uno de los países más abiertos en cuanto a la difusión de datos, ocupando el lugar 50 en el ranking mundial, según dio a conocer recientemente “Open Data Index”, que mide anualmente el esfuerzo de los gobiernos en la transpariencia informativa respecto a categoría tales como presupuesto y gasto gubernamental, compras públicas, estadísticas nacionales, entre otras.
¿Si el gobierno de HC no es estatista, es entonces “populista”?. Los pupulismos que conocimos en América Latina, son los de Juan Domingo Perón y sus herederos “kirchneristas”, en la Argentina, Getulio Vargas y el “lulismo” , en Brasil, y su versión más a la izquierda, de Hugo Chávez, en Venezuela, por citar los más destacados. ¿Acaso alguien puede encontrar alguna similitud, aunquea sea ínfima, entre los citados y Horacio Cartes?. La respuesta es obviamente, no.
Toda esa pirotecnia verbal solo busca ocultar los verdaderos objetivos del “cartel” de los combustibles, que es evitar la competencia de Petropar, la cual les obliga a bajar sus inflados precios de las naftas y que, en unos días más, cuando la estatal salga con sus garrafas de 10 kg a G. 50.000, les obligará a hacer lo propio con los precios del gas, que actualmente nos obligan a comprarles a 60 o 70.000 guaraníes.
Así es que Capagas y Apesa pueden seguir chillando cuanto quieran, que sus chillidos son música para el oído de los consumidores. O bien seguir una famosa recomendación de Luis María Argaña: ¡Vayan a llorarle a su abuela!