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ASUNCIÓN.- A los alrededor de 5 mil campesinos que literalmente tienen copada la capital se suman productores que llegaron con su “tractorazo”, además de docentes y otros funcionarios que salieron a las calles en reclamo de sus reivindicaciones. En el caso de los campesinos se nota que no guardan las mínimas restricciones sanitarias, como el uso del tapabocas, lo que hace que hoy sea un caldo de cultivo propicio para la propagación del Covid-19.
El viceministro de Salud Pública, Julio Rolón, reconoció estar preocupado por lo que está ocurriendo en el microcentro de Asunción, en donde resulta muy claro el incumplimiento de las normas sanitarias.
En una entrevista radial dijo que “no estamos viendo el distanciamiento y mucho menos el uso de tapabocas, así como se está desarrollando la marcha, no debería estar permitido”, insistiendo en que, más allá de la validez de los reclamos, esta actividad pone en riesgo a la población.
“Las instituciones del Estado deben encargarse de que al menos esto se lleve en orden, pero en realidad esto está prohibido”, concluyó.
