ASUNCIÓN. Las máquinas para el sistema de voto y escrutinio electrónico que usará el TSJE desde las municipales, costarán 22 millones de dólares. Además de caras, las mismas comenzaron a recibir observaciones que hablan mal de la seguridad para evitar ser hackeadas en el día de elección.
Esto a partir de la utilización de chips (RFID) cuya tecnología ha sido descartada para procesos eleccionarios en varias partes del mundo, ya que se ha demostrado que permite la lectura a cierta distancia, sin que el votante o la autoridad de mesa puedan detectar la maniobra.
Dos episodios que forman “botones de muestra” de esta posibilidad, son las que se verificaron en Salta y Buenos Aires, Argentina, en el año 2015.
En esa ocasión expertos en informática señalaron que el sistema de Boleta Única Electrónica de la empresa MSA, contenían incrustado un chip RFID que podía leerse con cualquier dispositivo con comunicación NFC (near-field communication).
En el año 2010, Israel dejó de lado un sistema de la boleta única electrónica, ya que detectaron alto nivel de inseguridad para evitar ser hackeado.
A partir de estas experiencias, las preguntas que saltan al tapete, genera dudas acerca de la conveniencia para recurrir a ese sistema.