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ASUNCIÓN. Luego de casi 20 años de ser concejal municipal de Asunción y, según varios sectores, manejar todo el esquema de “negocios” de la Municipalidad, resulta casi inadmisible pensar que Augusto Wagner vaya a renunciar definitivamente al cargo y, de hecho, algunos analistas habían sospechado que su primera oposición a asumir la banca de su correligionaria Celeste Amarilla en Diputados fue ante el temor de que, pasados los 60 días, alguien intentara impedirle regresar a la Junta Municipal.

Sin embargo, estos mismos analistas señalan que para asumir la banca en Diputados, Wagner debe renunciar a la de la Concejalía, porque ambos cargos son incompatibles, tal como lo dispone el artículo 196 de la Constitución Nacional, que dice literalmente que “podrán ser electos, pero no podrán desempeñar funciones legislativas, los asesores de reparticiones públicas, los funcionarios y los demás empleados a sueldo del Estado o de los municipios, cualquiera sea la denominación con que figuren y el concepto de sus retribuciones, mientras subsista la designación para dichos cargos”.

Diputados de la oposición como Rocío Vallejo (PPQ) afirman que este artículo no le compete a Wagner ya que él no es un “funcionario a sueldo del Estado”, aunque no queda muy clara esta diferenciación puesto que como concejal trabaja en la Municipalidad y recibe un sueldo o dieta por hacerlo.

El tema volverá a generar discusión en la sesión del miércoles próximo, a la que acudirá Wagner para jurar, ya que el presidente de Diputados, Pedro Alliana, ya manifestó que para hacerlo, primero deberá renunciar a la Junta Municipal, algo que apoyan legisladores de otros bloques.