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ASUNCIÓN.- Según la diputada Kattya González, del Partido Encuentro Nacional (PEN), actualmente 2.350 funcionarios figuran como trabajadores en la Cámara Baja. Sin embargo, no todos acuden a diario a trabajar y alrededor del 50% probablemente sean planilleros.
El nuevo caso de presunto ‘planillerismo’, que afecta a María Lourdes Pagliaro, quien percibe un salario mensual G. 5.400.000, fue considerada por la diputada González de lamentable. Sostuvo que a simple vista se puede constatar la existencia de numerosas irregularidades de similares características. Destacó que en las planillas figuran 2.350 funcionarios, pero la realidad es que no todos van a trabajar a diario.
Sin embargo, reconoció que es imposible dar cifras exactas sobre el porcentaje de ‘planillerismo’, pero consideró que se puede decir que más del 50% de los funcionarios probablemente solo marcan. Incluso, dijo que hay mucha gente que roba rubros, “porque realmente la figura del comisionamiento, si no tiene una tarea bien específica y un motivo por el cual sacarle de su institución, robarle un rubro a su institución y venir acá no se compadece con las funciones que realmente están cumpliendo”, resaltó.
Por su parte, el jefe de Recursos Humanos de la Cámara Baja, Luis Arévalos, explicó que cada parlamentario tiene un promedio de seis funcionarios a su cargo, de los cuales dos son contratados. Agregó que suelen ser dos asesores, una encargada de la oficina, una secretaria, una asistente administrativa y un chofer.
Mientras que la congresista del PEN descartó que sea cierto que cada parlamentario tenga seis funcionarios a su cargo. “En mi oficina no he utilizado ningún cupo de nombramiento, solo tengo tres empleados y me manejo bien”, refirió.
Los antecedentes revelan que María de Lourdes Pagliaro Cubas, es sobrina de la exdiputada y exparlasuriana Concepción Cubas de Villaalta, quien figura como funcionaria nombrada desde 2013. Según los datos, la mujer figura como asistente del diputado Luis Urbieta (ANR) y percibe un salario mensual de G. 5.4 millones y solo acude al Parlamento para marcar su entrada y salida en el reloj biométrico.
