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Desde el año pasado algunos diputados anuncian que presentarán el pedido de juicio político contra los 3 miembros del TSJE. Pero pasan los meses y hasta ahora nadie ha tomado al toro por las astas. Abundan pruebas de las múltiples irregularidades cometidas en la Justicia Electoral, así que el temor es que se haya llegado a algún acuerdo turbio para impedir el enjuiciamiento.
ASUNCIÓN.- Los 3 miembros del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) cometieron todo tipo de abusos y las pruebas obran en poder de los fiscales intervinientes y de los medios de comunicación. El desmadre en la institución es vergonzoso y no hay posibilidades de lograr controlarlo, ya que ni Alberto Ramírez Zambonini, ni Jaime Bestard ni María Elena Wapenka están dispuestos a corregir rumbos ni tienen un propósito de enmienda. Ni siquiera están arrepentidos de todos los entuertos que lograron salpicar a toda la institución responsable de la organización y control de las elecciones del país.
El estratega de todo el plan montado para salvarse del juicio político es, claramente, Ramírez Zambonini. El liberal lleva más de 20 años en la institución y es el principal responsable de todo el esquema de corrupción y clientelismo que son los factores que manejan a la Justicia Electoral. No en vano fueron ya 8 las veces que el Congreso intentó someterle a juicio político y no lo consiguió porque siempre, a último momento, faltan votos, como fruto de los acuerdos que él logra con quienes deben acusarle y enjuiciarle.
A pesar de estar imputado por el caso de los planilleros en la institución, por una grave omisión del juez Hugo Sosa Pasmor no recibió la orden de no acercarse a la Justicia Electoral, por lo que sigue manejando los hilos del sistema perverso que él mismo montó.
Hay datos de una cantidad de nuevos contratados en la Justicia Electoral y se sospecha que muchos de ellos son operadores políticos de algunos diputados, que así impedirían que la cámara formule la acusación en contra de los 3 miembros del TSJE. En esto claramente está el sello de Ramírez Zambonini.
Otra estrategia suya sería hacer que toda la atención se vuelque hacia Wapenka, la parte más débil del triunvirato. Y de hecho lo está consiguiendo ya que hace varias semanas él y Bestard desaparecieron de las páginas de los diarios.
La Cámara de Diputados no necesita mayoría calificada para acusar al TSJE en pleno por mal desempeño en sus funciones y varios otros delitos. Basta con que algún legislador presente el pedido de juicio político para iniciar el proceso y es algo que se debe hacer cuanto antes. Estos sujetos no tienen que tener ya nada que ver en las próximas elecciones generales. Deben irse los tres, no solo Wapenka.
