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ASUNCIÓN.- Ni la cúpula del movimiento a nivel nacional, ni el gobernador de Alto Paraná, Roberto González Vaesken, y diputados afines al oficialismo, se expiden respecto a los vínculos del diputado Quintana con el jefe narco Reinaldo Javier Cabañas. Solo hacen declaraciones grandilocuentes sobre “combatir a las mafias, caiga quien caiga”, válidas en todo el planeta y en cualquier momento, pero no condenan el hecho que tienen frente a sus narices, aquí y ahora.
Las palabras se las lleva el viento, es un viejo refrán que podría ser aplicado ahora. Mientras el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, endurece su discurso en contra de la delincuencia y la corrupción, asegurando que la pelea será sin cuartel, “caiga quien caiga”, justo ahora, que se necesita que su entorno ponga en práctica la promesa del jefe de Estado, sus principales dirigentes parecen haber desaparecido de escena, evitando de cualquier manera referirse al caso concreto del diputado del movimiento, Ulises Quintana, quien, de acuerdo a la investigación, está fuertemente ligado al narco.
Luego de que el mismo Quintana reconociera su amistad con Cabañas y que había recibido dinero suyo para su campaña y la del movimiento, Colorado Añetete tiene la imagen bastante comprometida y lo menos que se puede esperar es que sus dirigentes marquen distancia con el legislador y con cualquier otro integrante del equipo que pudiera estar involucrado con las mafias. Esa será la mejor manera de honrar la promesa de Abdo Benítez de combatir a la delincuencia sin importar quien resulte involucrado.
El discurso del presidente fue dicho justamente en la regional de Ciudad del Este de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), hasta donde llegó para felicitar a los agentes que desmantelaron el cartel manejado por Riveros, a quien tomaron preso. Así que tiene mucho más fuerza porque fue allí donde prometió que las investigaciones no se detendrán hasta que caigan todos los involucrados, sin importar quiénes fueran o a qué sector político pertenecieran.
Para colmo, con lo dicho por Quintana queda más que evidente que el movimiento Colorado Añetete recibió dinero del narco tanto en las internas coloradas como en las elecciones generales, lo que ensucia aún más la imagen del sector. Es por eso que resulta inadmisible que las principales figuras del abdismo se hayan llamado a silencio, prefiriendo desaparecer de escena en lugar de tomar al toro por las astas y enfrentar los hechos, ya sea confirmándolos o desmintiéndolos, desmarcándose claramente del sospechoso de ser narcopolítico.
