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La gestión de Mario Abdo Benítez, que arranca hoy, será medida con la vara muy alta por los formidables avances que registró el país en los más variados órdenes, de la mano de la administración saliente. “Estamos entregando un país ordenado”, aseguró el presidente Horacio Cartes a diferencia de haber recibido un Estado “con tanque en reserva”. Marito heredará un país con un crecimiento del 3,7% y nuevamente ubicará a Paraguay a la cúspide de América Latina.
ASUNCIÓN.- Mario Abdo Benítez, presidente que asume hoy, encontrará la vara muy alta con dos polos: Mantener una imagen de país serio lograda en 5 años, hecho que dejará abiertas las puertas a la inversión extranjera y reducir el nivel de pobreza que la administración Cartes bajó de 28,86 a 26,40%. A mediano plazo deberá tomar medidas para reforzar la productividad y competitividad del país, así como realizar mejoras que permitan superar el elevado nivel de construcción de infraestructura vial y del transporte; como también la calidad de la educación.
Paraguay tiene un costo operativo o de funcionamiento de US$ 23 millones de dólares diarios “y el primer día de este gobierno encontró recursos financieros que nos iba a alcanzar hasta las 9 horas del 15 de agosto de 2013; esa fue la cantidad de dinero que nos dejó en caja el gobierno saliente Lugo-Franco”, dijo el presidente Horacio Cartes en conversación con sus asesores y dirigentes de su partido.
Esta situación descrita por el miso jefe de Estado marca una importante diferencia de lo que va a heredar el presidente Mario Abdo Benítez.
En ese sentido, los informes publicados por las distintas oficinas del gobierno muestran que le dejan muy alta la vara que deberá mantener Mario Abdo Benítez durante el quinquenio que le tocará gobernar.
Cartes deja un Estado que dobló sus reservas monetarias internacionales, un PIB que saltó de US$ 32 mil millones a US$ 42 mil millones; una inflación de un dígito, un desempeño ponderado sobre todo en el exterior, tanto por referentes de inversionistas del sector privado, como de organismos internacionales.
El BBVA Research considera que Paraguay tiene como retos de mediano plazo “tomar medidas para reforzar la productividad y competitividad del país, así como realizar mejoras que permitan superar el rezago en infraestructura vial y de transporte y en calidad de la educación”.
En cuanto a la industria, el mismo ministro de Obras Públicas, Ramón Jiménez Gaona apuntó que los 5.000 kilómetros más construidos siguen siendo insuficientes y propone elevar las inversiones para acercarse a las exigencias del crecimiento.
Otro de los mayores retos para el nuevo mandatario es generar políticas efectivas contra la deuda social que sin dudas pese a las gestiones del gobierno que se va no son suficientes, aunque la inversión en el sector logró reducir la pobreza y pobreza extrema.
El desafío para Abdo Benítez será seguir con la reducción del índice de pobreza con la misma velocidad que crece su economía. La pobreza afecta a 22,4% de la población y la informalidad alcanza a 40% de la economía, según la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos.
Días pasados el mismo presidente saliente Horacio Cartes reconoció que “falta todo por hacer. Tenemos deudas sociales. No se concibe que con toda la riqueza que tenemos y siendo siete millones de habitantes tengamos la pobreza que tenemos”.
