ASUNCIÓN.- El presidente del Senado, Robert Acevedo, no tiene empacho en violar la Constitución mientras asegura defenderla. Hace unos días se había bajado de esa postura sobradora que le hacía pensar que él tenía potestad para decidir qué proyecto llega al plenario, y había prometido que, al presentarse el relativo a la enmienda, le daría entrada y pondría a consideración de la cámara.
Otra vez volvió a cambiar de postura y parece estar listo para actuar de manera inconstitucional e ilegal. Ahora dice que recibirá el proyecto, informará de él al plenario, pero lo retendrá en su poder, “por ser inadmisible”.
Dijo que los oficialistas tienen 2 posibilidades para hacer que se estudie el proyecto, una es conseguir 30 votos para obligar a la Presidencia a que lo remita a comisiones, y la otra es modificar el reglamento interno, aunque no supo decir cuáles serían los artículos que tendrían que ser cambiados, más que nada porque ni la Constitución, ni el reglamento interno de la Cámara le dan al presidente atribuciones para hacer lo que Acevedo anuncia que hará.
Lo único que puede hacer el presidente de una de las cámaras del Legislativo es recibir el proyecto, darle entrada y ponerlo a consideración del plenario, que es el que deberá decidir si lo remite a comisión o lo rechaza. Para cualquiera de las 2 alternativas solamente se necesita mayoría simple.