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ASUNCIÓN.- Manejar bajo los efectos alcohol constituye un delito, sostuvo el fiscal Blas Imas. Añadió que para determinar una sanción administrativa o una pena carcelaria depende de la graduación del consumo. No obstante, hay un vacío legal que genera confusión a los ciudadanos, y según dijo la dificultad principal pasa porque no se determinan el mínimo ni el máximo para configurar una falta gravísima o una administrativa.
Quien condujera un vehículo pese a no estar en condiciones a consecuencia de la ingesta de bebidas alcohólicas, dando un resultado superior al límite máximo de miligramo de alcohol por litro de sangre, constituyendo una falta gravísima en la ley de tránsito será castigado con pena privativa de libertad de hasta dos años o multa, explicó el fiscal en entrevista con la 730 AM.
Asimimo aclaró que una persona que conduce en estado de ebriedad y atropella y mata a un transeúnte puede ser pasible de una imputación por homicidio doloso, ya que antes de manejar era consciente del daño que podría provocar.
