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ASUNCIÓN.- El presidente del PLRA, Efraín Alegre, más parece un espanta votos que un líder con posibilidad de acceder al poder. Fue el propulsor de la profunda división que hoy enfrenta su partido y ha demostrado en todo momento una intolerancia absoluta a quienes no se someten a sus reglas. Esto lo ha convertido en un mal negocio para los sectores de oposición que buscan reconquistar el poder en el 2018.
Lo mínimo que puede hacer el presidente de un partido político ante la cercanía de un gran desafío electoral es garantizar la unidad partidaria, a fin de que todos los sectores internos se jueguen por las candidaturas que surjan luego de las internas. Un partido unido, firme y con una estrategia común es lo suficientemente atractivo para los demás sectores de la oposición, que podrían jugarse en torno a la propuesta electoral del mismo.
En el PLRA ocurre exactamente lo contrario; el partido está tan atomizado, sus fuerzas internas tan enfrentadas que tal pareciera que ambos bloques muestran 2 partidos totalmente diferentes. Por supuesto que esto hace que la posibilidad de que un liberal encabece una alianza de la oposición en el 2018 se vea cada vez más lejana, ya que lo primero que piensan los otros políticos es que si el presidente del partido es incapaz de lograr la unidad interna, mucho menos podrá responder a un bloque integrado por diferentes partidos y movimientos.
El mismo Fernando Lugo, de Frente Guasu, reconoció que a su sector mucho no le interesa hacer alguna alianza electoral con el PLRA, que es un partido dividido y que no sumará votos a nadie.
“No nos sirve aliarnos con un Partido Liberal dividido”, dijo Lugo cuando se le preguntó qué posibilidades había de unirse al PLRA para enfrentar a los colorados el próximo año.
Agregó que “en el Partido Liberal hay todavía una grieta y creo que con la dureza de la aplicación de la ley no se soluciona”, refiriéndose a las permanentes amenazas de sanciones que lanzan los efrainistas en contra de sus correligionarios del Equipo Joven, por haber apoyado el proyecto de reelección vía enmienda.
