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Desesperado por sus derrotas en las elecciones, para la presidencia y la lista de la ANR al Senado, Aldo Zuccolillo ahora juega sus últimas cartas para vincular a Horacio Cartes a algún escándalo que pudiera evitar que jure como senador de la nación, el más votado por cierto. El ridículo pretexto del diario de “Acero”, ABC Color, es que el jefe de Estado es amigo de Darío Messer, empresario brasileño, cuya captura internacional solicitó ayer Interpol, como si la amistad fuera delito. Para colmo, mostrando otra vez su tremenda caradurez, se “olvida” de los grandes mafiosos que forman parte de su círculo de amistad tanto en Paraguay como en otros países.
ASUNCIÓN.- El dueño de ABC Color intenta montar un escándalo en torno al pedido de captura internacional librado por la Policía del Brasil en contra de Darío Messer, con el único objetivo de vincularlo, como sea, al presidente Horacio Cartes, de quien es amigo. Sin embargo, nadie es responsable por los actos de otros, sean amigos, parientes o vecinos.
Se trata de otra campaña demencial de Zuccolillo, quien a toda costa busca evitar que Cartes jure como senador, pero como en los casos de la presidencia y la lista de la ANR para la Cámara Alta, fracasará nuevamente.
Con el mismo criterio, “Acero” debería ser juzgado por el caso “Lava Jato”, junto a Marcelo Odebrecht, con quien iba a hacer “negocios” en nuestro país, o imputársele por el caso de Nicolás Leoz (si bien en este caso existen méritos para el efecto), con quien se confabuló para lavar dinero, o por los presuntos hechos de evasión de impuestos en los que habría estado involucrado su yerno, Micky Zaldívar, marido de su hija Natalia, según denuncias. Un disparate más, que raya con la demencia senil y/o la esquizofrenia de quien la promueve.
Podemos agregar entre sus amigos íntimos a su cuñado, Conrado “Teruco” Pappalardo, conocido como “el monje negro” durante la dictadura y de nefasta trayectoria incluso en la transición democrática. Internacionalmente está sindicado como uno de los que tuvo participación en el asesinato del canciller chileno Orlando Letelier en el año 1976, en la ciudad de Washington, Estados Unidos.
Pero ni él ni sus esbirros del diario se dan por enterados de lo absurda que es la campaña que tienen montada y decidieron criminalizar la amistad con el único objetivo de involucrar a Cartes en el problema con la ley que tiene el brasileño Messer, quien es amigo del jefe de Estado, como si los delitos fueran contagiosos y las culpas compartidas.
Si Messer tiene cuentas pendientes con la Justicia, las tendrá que pagar él y, en todo caso, quienes actuaron como cómplices suyos. Pretender criminalizar su lista de amistades solamente porque en ella se encuentra Cartes es poner de manifiesto, una vez más, lo cada vez más delirante que se encuentra Zuccolillo, a quien la edad no le sienta nada bien.
