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Los dueños del grupo Odebrecht, Marcelo y su padre Emilio, delataron por corrupción a uno de los principales funcionarios del gobierno de Michel Temer. Se trata del canciller José Serra, a quien pagaron 10 millones de dólares para la “caja dos” de la campaña presidencial de 2010, cuando el ministro perdió las elecciones frente a Dilma Rousseff.
BRASILIA.- Parte de la millonaria suma fue transferida a una cuenta en Suiza, según la denuncia. La constructora Odebrecht avisó que tiene todos los comprobantes de depósitos para probar la denuncia.
Los operadores de Serra en aquellos comicios eran dos exdiputados federales del Partido de la Socialdemocracia de Brasil (PSDB): Ronaldo Cezar Coelho y Marcio Fortes; ambos comandaban el equipo político del entonces candidato a presidente.
Estas “contribuciones” de Odebrecht fueron mencionadas en sus testimonios, como delatores, por Pedro Novis, quien fue presidente de la compañía entre 2002 y 2009 y que hoy integra su directorio. El otro ejecutivo que relata el hecho es Carlos Armando Paschoal, que se encargaba de mantener el contacto directo con los políticos a los fines de realizar las “donaciones”.
El caso representa un problema delicado en un momento en que el presidente Temer busca consolidar su imagen internacional. No es el primer episodio que involucró a ministros de su gobierno. Es seguro que el presidente no quiere deshacerse de su canciller, por tratarse de uno los ministros que aportó el PSDB. Pero todo dependerá del contenido de las delaciones de los Odebrecht.
La campaña de Rousseff en 2010 y 2014 está también bajo la lupa de los investigadores luego de que el publicista Joao Santana, y su esposa, Mónica Moura, admitieran que Odebrecht le hizo depósitos en el exterior, aunque se investiga el motivo de esa contribución ilegal. Las revelaciones de Odebrecht, según la prensa local, pueden causar inestabilidad en el gobierno de Temer y es por eso que partidarios estudian un plan B para 2017 en caso de que el actual mandatario aparezca involucrado por los delatores. En caso de que Temer sea destituido o renuncie el próximo año, la ley manda que el Congreso elija a cualquier ciudadano como sustituto.
El canciller Serra dijo a través de sus voceros que no se pronunciará “sobre presuntas filtraciones de supuestas delaciones acerca de donaciones hechas al partido” y reitera que no cometió irregularidades. Serra es autor del proyecto de ley que debe tratar la Cámara baja y que tiene media sanción del Senado para desobligar a Petrobras a tener el 30% de participación en los megayacimientos submarinos de petróleo, lo cual abre el mercado para los extranjeros en futuras licitaciones de campos petroleros marítimos.
