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BOGOTÁ.- La familia del Jorge Pizano, el excontroller de la Ruta del Sol II, el proyecto que denunció recibir sobornos de la brasilera Odebrecht, salió de Colombia esta semana por miedo a represalias. Ello, luego de la muerte que aún causa suspicacias del ingeniero, y tres días después de su hijo Alejandro, envenenado con cianuro en el sepelio de su padre.
El hecho lo confirmó el mismo fiscal general del país cafetero, Néstor Humberto Martínez, quien se ha visto involucrado en los testimonios de Pizano en los que advierte que conoció las irregularidades cuando era el abogado del Grupo Aval. Y afirmó que los familiares dicen estar confiados de la investigación de la muerte de Alejandro Pizano.
En dicha investigación, Medicina Legal ya comprobó que el joven murió tras ingerir cianuro, sustancia tóxica que encontraron dentro de una botella de agua que se encontraba en el escritorio del testigo clave del escándalo de sobornos de la multinacional brasilera en Colombia. El hecho se presentó en la finca familiar en Subachoque, departamento de Cundinamarca.
El jefe del ente investigador aseguró que la familia está dispuesta a entregar el computador y los discos duros de Pizano, en el momento que las autoridades lo requieran. El anuncio se da una semana después de que Martínez asistiera a un debate en el Congreso sobre su participación en el caso de corrupción, en el que varios senadores pidieron su renuncia.
En el debate, el senador del Polo Democrático, Jorge Robledo, reveló un derecho de petición de Martínez dirigida a la Superintendencia de Sociedades, donde pregunta si el grupo económico de Luis Carlos Sarmiento Angulo o el Grupo Aval S.A., del que fue abogado antes de ocupar el cargo de fiscal general, tiene relación con la Concesionaria Ruta del Sol SAS, en cuestión.
