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El cerrojo brasileño que se retomó con fuerza la semana pasada genera caos en la frontera y espanta a los sacoleiros y turistas. Días pasados, las agencias de viajes del Brasil y la Argentina estaban nuevamente recomendando a los visitantes no pasar a Ciudad del Este para realizar compras debido a que tardarían excesivamente en las filas para cruzar el Puente de la Amistad. Los comerciantes se quejan de la inacción de las autoridades locales.
CIUDAD DEL ESTE. Los antipáticos controles que realizan los organismos de seguridad del Brasil no ponen frenos a las actividades ilegales en la frontera, y sí espantan a los visitantes. Sin duda, el riguroso control es un cerrojo para asfixiar al comercio de Ciudad del Este. Esta es la opinión generalizada de los comerciantes y trabajadores informales de la zona céntrica de la capital del Alto Paraná.
Desde la semana pasada, los controles minuciosos, y por sobre todo lentos, en la cabecera brasileña del Puente de la Amistad fueron retomados con fuerza por los organismos de seguridad y fiscalización del país vecino.
Son varios los organismos que participan. Son efectivos policiales, inteligencia, y fiscalización. Es parte de la operación “Frontera Integrada” que se realiza por tiempo indefinido. El argumento de siempre es que están luchando contra el tráfico de drogas, armas y el contrabando.
La antipática fiscalización fue retomada cuando el comercio de Ciudad del Este estaba dando señales claras de recuperación. Las ventas están aumentando impulsados por la desvalorización del dólar frente al real, y la recuperación de la economía del país vecino.
El pasado fin de semana nuevamente volvieron las largas filas en suelo paraguayo debido a los lentos controles que realizaban en la cabecera brasileña de la pasarela internacional sobre el río Paraná.
La fila no se limita solamente a la Ruta VII. Se extiende por las principales avenidas céntricas de Ciudad del Este. Se genera un caos que espanta a los visitantes.
Las agencias de turismo del Brasil y la Argentina volvieron a recomendar a sus clientes que no pasen a territorio paraguayo para realizar compras, considerando que tardarían mucho en cruzar el Puente de la Amistad.
El control minucioso y lento no se tiene en el Puente Internacional de la Fraternidad “Tancredo Neves” entre Foz de Yguazú y Puerto Iguazú (Argentina).
Con esto los turistas van a realizar sus compras en el “duty free” que está en la entrada a territorio argentino, desde el Brasil.
Para los comerciantes lo más irritante es que las autoridades locales ignoran la situación. Las mismas no se interesan por los problemas del sector se quejaron.
