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ASUNCIÓN. Como una evidente jugada para acallar las críticas y, sobre todo, blindar al ministro Eduardo Petta, el Ministerio de Educación y Ciencias anunció ayer la destitución de dos directores generales, Guido Barrios, de Educación Escolar Básica; y Teresa Dejesús Oviedo, de Desarrollo Educativo, haciéndolos responsables de los graves errores encontrados en libros de texto que deberán utilizar los alumnos este año.

Pero pareciera que las destituciones se decidieron al azar, sin ninguna intención de encontrar a quienes permitieron que los libros se imprimieran con esos errores, ya que, por lo menos Barrios aseguró que no tiene nada que ver con los mismos. En una conversación radial, el exdirector aseguró que su destitución fue injusta, ya que la dirección que estaba a su cargo no era responsable de verificar el contenido de los materiales educativos.

Los errores fueron encontrados en los libros del programa MaPara, de matemáticas, que ya fueron totalmente distribuidos por el ministerio a las instituciones educativas públicas.

Barrios dijo que “no es nuestra responsabilidad en la dirección. Nuestra función es promocionar estrategias y aplicarlas en los colegios”. Añadió que lo único que ellos tienen que verificar es el gramaje, color y calidad del papel de los textos.

Sin embargo, reconoció que en noviembre pasado, de la Dirección de Desarrollo Educativo, que estaba a cargo de la también destituida Oviedo, se solicitó a su dependencia que se realizaran algunas modificaciones, pero no se hicieron porque los textos ya estaban en proceso de impresión.

Manifestó que lo que hicieron los de la otra dirección es que “alegaron es que yo no alerté si había alguna cosa que hacer, pero yo sí hice eso; devolví una nota diciendo que ya no había tiempo y que sobre el material que había que corregir se debía alertar a las autoridades”.

“Acá hay una cadena de responsabilidades, hay nombres y grupos de personas que debían trabajar en esos aspectos”, agregó.