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BRASIL.- Durante la noche del martes, miles de brasileños protestaron con cacerolas desde sus balcones pidiendo la destitución del presidente ultraderechista, Jair Bolsonaro.
El cacerolazo fue convocado después de la indignación ciudadana que provocó el domingo pasado que el mandatario fomentara y acudiera en Brasilia a una manifestación en su apoyo y a favor de clausurar el parlamento, siendo portador sospechoso del virus, según informó el medio español La Vanguardia.
Poco antes del cacerolazo, el diputado opositor Leandro Grass presentó una petición de destitución contra Bolsonaro por facilitar la propagación de la pandemia tras promover las manifestaciones del domingo, que además de la capital brasileña, fueron numerosas en Río de Janeiro y Sao Paulo. Es la décima solicitud de “impeachment” contra el mandatario que llega al parlamento, señala el medio español.
Además, el martes con pocas horas de diferencia, se produjeron las dos primeras víctimas mortales por el virus en Brasil que es el país con más casos confirmados de Latinoamérica y el Caribe. A pesar de ello, el presidente continuó ninguneando la gravedad de la crisis sanitaria y en una entrevista radiofónica calificó de “histeria” la preocupación generada.
Para este miércoles, también hay una convocatoria de manifestaciones en las principales ciudades brasileñas contra Bolsonaro.
