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NÍSIA FLORESTA.- Unos 56 reclusos se fugaron de la prisión de Alcaçuz, la mayor del estado brasileño de Río Grande do Norte, ubicada en la ciudad de Nísia Floresta, donde cientos de presos se amotinaron desde que el pasado 14 de enero y un enfrentamiento entre bandas rivales dejara 26 muertos. Las autoridades solo han recapturado a cuatro de los huidos.
El número de internos huidos se dio a conocer después de un recuento de los reos hecho en el marco de una operación del Batallón de Operaciones Especiales y de la Policía de choque con el objeto de retomar el control de la unidad. En la cárcel, agentes encontraron en los últimos días al menos cuatro túneles, supuestamente realizados por los reos, que aprovecharon las recientes lluvias para cavar en el suelo e intentar escapar.
El gobernador de Río Grande do Norte, Robinson Faria, anunció ayer miércoles que el reclusorio de Alcaçuz “será desactivado en breve”, pues algunos pabellones no tienen ventanas ni puertas, desde un motín que tuvo lugar en 2015. Anunció que los internos serán trasladados a tres prisiones que se inaugurarán próximamente.
