ASUNCIÓN.- Hay miles de personas que esperan la posibilidad de un trasplante para salvar o mejorar su calidad de vida. Muchas de ellas son pacientes terminales, con dolores en órganos como el pulmón, corazón y el hígado. En ese sentido, se insta a la población a tomar conciencia sobre la importancia de donar órganos.
Otros enfermos tienen insuficiencia renal y deben dializarse tres veces por semana, para soportar la espera de un trasplante. También hay muchas personas que jamás han podido ver la aurora o la cara de un niño o el amor en la cara de una mujer. Para todos estos pacientes un trasplante significa la posibilidad de volver a la vida, trabajar, estudiar, disfrutar de su familia, proyectar y pensar en el futuro.
Hablar claramente de la donación puede permitir que más personas puedan estar dispuestas a donar.
Pensar que cualquiera puede verse en algún momento de la vida en uno u otro lado del proceso.
En caso de que el paciente que estando internado fallezca en la Unidad de Terapia Intensiva o en salas de reanimación de la sala de Urgencias del Hospital, el médico a cargo es quien inicia el proceso de donación de órganos y tejidos.
En nuestro país, a partir del 1 de enero de 2000, se presume que toda persona capaz, con 18 años de edad, es considerada donante, salvo que manifieste una decisión contraria o que medie oposición de los familiares, de acuerdo a la Ley 1246/98, Art. 57.