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Comenzó mal el proyecto Aña Cuá. Nicanor Duarte Frutos, director de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), transgrede el acuerdo logrado por la administración Cartes de 50-50 en todo lo que se desarrolle en este proyecto. Quiere dejar afuera a empresas paraguayas en los trabajos en la hidroeléctrica con requisitos que solo pueden cumplir los consorcios internacionales. Firmó el llamado a licitación que exige a los proponentes una participación importante en obras similares en los últimos 10 años y demostrar una facturación de US$ 5.500.000 en los últimos tres. Estas exigencias dejan fuera a las consultoras nacionales, que serían cuatro especializadas en este tema. Una de ellas presentó en la Cancillería un pedido de revisión de la licitación.
ASUNCIÓN.- Vaya manera de apoyar a la mano de obra nacional. Uno de los responsables de las cuatro consultorías especializadas asegura que con estas dos condiciones quedan fuera de cualquier competencia. Solo las consultoras argentinas o de otros países tienen la capacidad de llenar estos requisitos.
Prefirió, de momento, guardar su identidad, pero confirmó a ADN que obra en cancillería un pedido de revisión del pliego. Realizamos las consultas a esta repartición del gobierno pero hasta el momento no hay retorno al pedido.
¿Qué experiencia podremos tener en el país si una obra de esta envergadura no se realizó en los últimos diez años?”, dijo el profesional consultado y agregó, “Ni todas las consultoras mencionadas juntas llegamos a esa cantidad de facturación, eso es irreal en nuestro medio”.
Nuestra fuente, de profesión ingeniero civil, que está al frente de una consultoría, dijo: “hemos conversado con nuestros socios en Argentina y la respuesta es que no necesitan esta vez crear un consorcio, porque ellos llegan solos a estas exigencias”.
En la página 52 del pliego en cuestión exige “técnico graduado especializado, con 10 años de experiencia en trabajos de inspección de suministro de equipamientos mecánicos pesados para al menos dos proyectos hidroeléctricos o proyectos de generación eléctrica/termoeléctrica de complejidad similar y de magnitud comparable”.
Esta exigencia técnica más la de facturación de US$ 5.500.000, acaban enterrando las pretensiones de participación paraguaya en esta primera instancia del proceso.
FIFTY-FIFTY
Más de un año llevó las negociaciones entre los representantes de Paraguay y Argentina, durante la administración Cartes, para que en menos de un mes Nicanor Duarte Frutos destroce los acuerdos.
Dos fueron los principales objetivos de los negociadores paraguayos, que Argentina reconozca y se haga cargo de la deuda histórica con la EBY y la segunda, que todo lo concerniente a obras de cualquier índole en la EBY sea encarada a partes iguales. Duarte Frutos no se enteró o no le interesó.
