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ASUNCIÓN.- La institución que controla todo el uso del dinero público en el país está acéfala, ya que el contralor interino, Roy Rodgers, debió ser reemplazado en diciembre del año pasado, así que tiene 9 meses de mandato vencido. Es injustificable la irresponsabilidad de los senadores, que no aceptan que Diputados haya devuelto la terna conformada entre gallos y medianoche.
Ninguno de los candidatos a contralor general de la República que conformaron la terna armada de manera apurada e impensada por el Senado tuvo la cantidad de votos suficientes para ser nombrado en el cargo. Ante esta situación, la terna fue devuelta a la Cámara Alta, que hasta ahora ni siquiera ha dado muestras de haberla recibido ni de tener el más mínimo interés en elaborar otra.
Esto se veía venir y en ADN advertimos que la forma irresponsable con que la disidencia colorada y la izquierda habían armado dicha terna, luego de meses de no llegar a un acuerdo para que la misma sea conformada con los mejores, iba a terminar con el rechazo por parte de los diputados. Fundamentalmente porque en ella no figuraba ningún candidato propuesto por el oficialismo colorado, que tiene mayoría propia en la Cámara Baja.
Esto mismo ocurre con la Defensoría del Pueblo, que tiene 8 años acéfala porque el mandato de Manuel Páez Monges ha vencido en el 2008, aunque con una ley hecha a la ligera se lo prorrogó, sin que ello sea permitido por la Constitución Nacional.
El problema de la Contraloría es que es la institución que controla las finanzas del país y el uso del dinero público, especialmente en el Ejecutivo y el Judicial, que son los más grandes ordenadores de gastos. Rodgers fue nombrado interino, luego de que quien
estaba en el cargo, Óscar Rubén Velázquez renunciara antes de ser condenado por el Senado vía juicio político. Y como interino tuvo todas las prerrogativas del contralor pero su mandato venció en diciembre y ni siquiera, en este caso, se fraguó alguna ley para prorrogarlo, así que su permanencia en el cargo es inconstitucional e ilegal por donde se lo mire.
Se podría decir que la Contraloría, una de las instituciones que consolidan el proceso republicano, está acéfala desde hace 9 meses. Esto podría dar pie a que todas las resoluciones adoptadas por la institución en este tiempo pueden ser atacadas de ilegales, lo cual pone al país en una situación muy inestable en el área. Hasta se podría decir que hay un quiebre institucional.
Pero nada de esto importa a los senadores, quienes están más preocupados por conspirar para salirse con la suya y perjudicar al gobierno. Hasta hoy ni siquiera se han dado por enterados de que Diputados rechazó su terna, así que, mucho menos, se han puesto en campaña para conformar una nueva. Otro golpe más de la Cámara Alta a la ciudadanía.
