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CHINA.- Este jueves 6, el médico Li Wenliang falleció en el Hospital de Wuhan, según confirmó el Global Times. Hasta el penúltimo día del año 2019, él era un desconocido profesional de blanco más realizando su trabajo en el país más poblado de la Tierra.

Ese 30 de diciembre, Li Wenliang hizo cundir la alarma en el grupo de WeChat (el WhatsApp chino) que compartía con ex compañeros de la facultad de Medicina: siete pacientes de un mercado local de Wuhan habían sido diagnosticados con una enfermedad similar al SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo) y puestos en cuarentena en su hospital.

Li recomendó a sus amigos que utilizaran trajes protectores para evitar el contagio y también sugirió cautela en la difusión de la información que él compartía.

Pero como en China nadie escapa al “Gran Hermano”, su iniciativa fue inmediatamente detectada por la policía.

Li y sus siete amigos fueron llamados a una comisaría donde les notificaron que los acusaban de “hacer comentarios falsos que perturban severamente el orden público”.

Igualmente, las autoridades policiales avisaron, bajo apercibimiento, de que si insistían en sus chismes serían llevados ante la justicia y los obligaron a firmar una notificación al lado de una declaración que decía “entendido”.

Al principio, el gobierno local insistía en que el contagio sólo podía darse si había contacto entre una persona y un animal infectado. Tal vez por eso clausuraron el mercado de Wuhan, donde se denuncia que se detectó el nuevo coronavirus.

A medida que la situación comenzó a salirse de control por la masificación del contagio, la Corte Suprema de China criticó a la Wuhan por reprimir a los ” Ocho chismosos “, Li y sus siete amigos.

El 10 de enero de este año, Li atendió a una mujer que tenía síntomas de neumonía, sin saber que ella estaba contagiada con el coronavirus. Días después, el médico comenzó a pasar mal y a desarrollar los mismos síntomas, fue rápidamente internado pero finalmente vino a fallecer en la fecha.