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El presidente brasileño, Michel Temer, se ha convertido en un activo tóxico, políticamente hablando. Está acorralado y cada vez más solo. No habían pasado ni 48 horas desde el estallido de una nueva crisis provocada por una remesa de acusaciones de obstrucción a la Justicia y corrupción y el mandatario ya había sufrido daños preocupantes. En esas horas de vértigo, mientras la bolsa se desplomaba y las calles se llenaban de manifestantes exigiendo elecciones, se han presentado ocho peticiones de impeachment contra él, a sumar a las cuatro que ya acumulaba del año pasado. También ha habido una sangría en sus filas, entre ministros y aliados en el Congreso, sobre todo en los otros cuatro partidos que conforman el gobierno junto con el suyo, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño.
BRASILIA.- Primero fue el Partido Popular Socialista (PPS), que tiene dos ministros. Uno de ellos, el de Cultura, Roberto Freire, dimitió el jueves por la tarde, apenas minutos después de que Temer se negase públicamente a renunciar al cargo. El otro, el de Defensa, Roberto Jungmann, solo aceptó no dimitir dada la importancia de su cartera en un momento de inestabilidad política como este. Lo último que necesita el país es una revuelta en las tropas.
Ayer, el PSB se retiró de la coalición de Temer y pidió que renuncie,
En el Partido de la Social Democracia Brasileño (PSDB), que tiene cuatro ministros en el Gobierno, amagó también con abandonar el barco lo más públicamente posible, pero se topó con su propia crisis: su presidente, el senador Aécio Neves, había sido destituido el mismo jueves por la mañana, acusado de aceptar sobornos. El ministro de Ciudades, Bruno Araújo, anunció a la prensa que dimitiría, pero reculó a mitad de la tarde. Otros integrantes del PSDB firmaron uno de los pedidos de impeachment, lo que no deja de ser fuego amigo hacia Temer.
También en el Senado se habló de que Temer no podía aferrarse por más tiempo a la presidencia, a la que llegó solo por ser vicepresidente de Dilma Rousseff en el momento en el que esta fue destituida a finales del pasado agosto. Ronaldo Caiado, líder de los Demócratas —que tienen un ministro y cuatro senadores—, comentó: “El presidente ha admitido (en su comparecencia ante los medios) la situación de ingobernabilidad pero se queda solo para mantener su inmunidad institucional”.
Quizá el golpe más simbólico le vino del expresidente Fernando Henrique Cardoso, uno de los barones del PSDB y un potente defensor de Temer al comienzo de su mandato, que en un mensaje publicado en su página de Facebook escenificó el rechazo del establishment al malogrado presidente: “Tiene la obligación moral de facilitar la solución, aunque sea con renuncias”, escribió. “El país tiene prisa”.
NUEVA CONFESIÓN
Como si la situación de Temer no estuviese ya muy delicada, directivos del grupo JBS, autores de la grabación que lo involucra en sobornos, como parte de un acuerdo de cooperación judicial, confesaron haber pagado coimas a Temer desde 2010 y que, desde 2005, distribuyeron entre sus antecesores, Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, 80 millones de dólares, siempre por los “favores” realizados desde sus posiciones de poder.
“SEGUIRÉ AL FRENTE DEL GOBIERNO”
El presidente de Brasil, Michel Temer, en cuerda floja, pidió ayer sábado al Tribunal Supremo de Justicia la suspensión de la investigación abierta en su contra por los supuestos delitos de corrupción y obstrucción a la Justicia. “Seguiré al frente del gobierno”, remarcó. El mandatario, en un mensaje a la nación, cuestionó la validez de las grabaciones realizadas por uno de los dueños de la empresa JBS y en la que, según la Fiscalía, Temer avala la compra del silencio de un poderoso diputado preso por corrupción.
“He leído en el diario Folha de São Paulo de que la pericia constató que hubo edición en el audio de mi conversación con el señor Joesley Batista. Esta grabación clandestina fue manipulada y adulterada con objetivos nítidamente subterráneos”, dijo el presidente.
Luego agregó que Joesley Batista cometió “el crimen perfecto engañando a los brasileños y ahora vive en los Estados Unidos. Todas las inconsistencias en el audio comprometen la imparcialidad de todo el proceso que se desencadenó”.
“(Batista) está libre y suelto, paseado por las calles de Nueva York. Brasil ya había salido de la crisis económica más grave y ahora vive días de incertidumbre. Él no pasó ningún día en la cárcel, no fue arrestado, juzgado y castigado. Gracias a esta grabación, él especuló contra la moneda nacional”, señaló.
Por último, sostuvo que la noticia “fue filtrada por gente vinculada al grupo del empresario, que antes de entregar la grabación compró 1 mil millones de dólares porque sabía que eso iba a provocar el caos en el cambio”.
O’GLOBO PIDE LA RENUNCIA DEL PRESIDENTE
El periódico del principal grupo de medios de Brasil, O’Globo, pidió la renuncia del presidente Michel Temer, después de que el máximo tribunal del país autorizara una investigación sobre el mandatario por supuesta corrupción y obstrucción de la Justicia. “Un presidente de la República acepta recibir a un megaempresario objetivo de 5 operaciones por parte de la Policía Federal, casos que salpican a políticos e —incluso— a aliados del propio presidente. La visita no aparece en la agenda pública. Se realiza casi de noche, en la residencia del presidente, de manera clandestina. Al salir, el empresario acuerda nuevos encuentros. Llegó, nadie le preguntó siquiera su nombre. La simple decisión de recibirlo ya constituye un escándalo. Pero había más… mucho más”, comienza el periódico su lapidario editorial titulado “La renuncia del Presidente”.
El periódico publicó el editorial poco después de que el Supremo Tribunal Federal de Brasil revelara las acusaciones que un magnate empresarial realizó en contra de Temer. Joesley Batista, propietario de la compañía JBS, dijo que le pagó sobornos desde 2010 hasta este año, entre otras acusaciones, y el fiscal general Rodrigo Janot inculpó al mandatario de corrupción.
“Este diario respaldó desde el primer momento el proyecto reformista del presidente Michel Temer. Creyó y cree que es el proyecto de los brasileños porque es el único camino para el crecimiento, fundamental para todos los brasileños. Era un proyecto para que el país llegara a 2018 maduro para enfrentar elecciones en un ambiente de normalidad política y económica. Pero esa creencia no puede llevarnos al autoengaño o a la ceguera. No puede llevarnos al desprecio de los principios morales y éticos. El audio expone de manera clara el carácter clandestino del encuentro entre Temer y Batista. Ningún ciudadano consciente de las obligaciones de la ciudadanía puede dejar de reconocer que el presidente perdió las condiciones morales, éticas, políticas y administrativas para continuar al frente del Gobierno de Brasil”, sigue el diario.
