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ASUNCIÓN.- Quienes deberían defender la soberanía del pueblo y el derecho del pueblo a elegir y controlar a sus gobernantes, son los que actúan como verdaderos dictadores. Se trata del presidente del Partido Democrático Progresista (PDP), Rafael Filizzola y su esposa, senadora por la misma nucleación, Desirée Masi, quienes se oponen a capa y espada a la consulta al pueblo sobre la reelección presidencial. Con argumentos hasta ridículos tratan de justificar su “soberano” miedo a quedarse sin el pan y la torta.
Masi asegura que la intención de cambiar la Constitución a través del referéndum es inconstitucional. Incluso según la denuncia que obra actualmente en su contra en la Fiscalía, no pudiendo con palabreríos acallar la voluntad del pueblo, habría planeado acabar con la vida del presidente de la República, contratando a sicarios de Pedro Juan Caballero. Este hecho se desprendió de una conversación detectada en whatsapp entre sus colegas senadores.
Entretanto, a criterio de Rafael Filizzola, el gobierno actual “parece una dictadura” y su afirmación sienta sobre la base de haberse detectado firmas falsas en la planilla proenmienda.
Sin embargo, no tiene moral para criticar ni defender tal o cual cosa, teniendo como antecedente la denuncia de haber robado al Estado paraguayo y por ende al pueblo, más de G. 51.000 millones cuando se desempeñaba como ministro del Interior, durante el gobierno de Fernando Lugo, actual senador y quien también busca la reelección.
El principal objetivo de Masi y su esposo, sería sacar de la carrera presidencial a Horacio Cartes, y obtener la impunidad con otro gobernante electo en 2018. Además es un partido político agonizante y está dando el último pataleo.
