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Más de 72 mil personas tienen un diagnóstico de probable o confirmado cuadro de dengue, en el país. Las mismas tienen de entre 20 a 39 años, según el informe divulgado por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSP). Dicha franja etaria representa la etapa más productiva o sea corresponde a las personas que trabajan, por lo que tiene mayor incidencia en la población.
ASUNCIÓN.- La Dirección de Vigilancia de la Salud comunica que las enfermedades transmitidas por vectores como el dengue arrojaron más de 72 mil casos probables y confirmados a nivel nacional, siendo las más afectadas las personas en edad laboral, entre 20 a 39 años, según afirmó Hernán Rodríguez infectólogo del MSP.
Rodríguez sostuvo que el grupo mencionado “representa la franja etaria más productiva, desde el punto de vista laboral, y con más responsabilidad dentro del núcleo familiar. Lo que repercute de manera trascendente en todos los aspectos de la sociedad”, sentenció.
Por otro lado, los casos mayormente se dan en el área metropolitana. “La densidad poblacional es mayor en áreas urbanas, lo cual facilita la transmisión y propagación del virus a través de la picadura del Aedes aegypti, por consiguiente existe un riesgo de que se enferme la mayoría”, siguió el profesional lo que explicaría la gran cantidad de casos en el departamento Central.
Rodríguez, presidente de la Sociedad Médica de Infectología de 2013 a 2015, indicó que el principal motivo de muerte por dengue es el shock hipovolémico. “Es un estado por el cual el plasma de la sangre sale de la circulación a través de los capilares. En consecuencia, hay menos volumen de sangre y no se pueden mantener las funciones vitales”, dijo.
Consultado sobre si existe un tipo de perfil más propenso al desarrollo de un dengue grave, como el caso de personas adultas, dijo: “Si bien es cierto que las enfermedades subyacentes podrían predisponer a cuadros graves de dengue, un desenlace fatal es impredecible. Es decir, una persona previamente sana puede morir por dengue”, sentenció.
Teniendo en cuenta que Paraguay tiene brotes de dengue desde 1989, subrayó la necesidad de sumar la nueva vacuna a la estrategia de lucha. Mencionó que esta nueva herramienta debe complementar los trabajos de concienciación de la población y limpieza.
