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La Cámara de Diputados volvió a quedar sin quórum ayer, cuando la minoría pretendió rechazar la posibilidad de que se aprobaran las actas de las 4 sesiones del miércoles pasado (1 ordinaria y 3 extraordinarias), generando un conflicto irracional por lo que temas fundamentales como el financiamiento político y el desbloqueo de listas tuvieron que ser postergados hasta hoy. Se van convirtiendo en una traba para el funcionamiento institucional, siguiendo la línea de sus pares disidentes en el Senado.
ASUNCIÓN.- El presidente saliente de Diputados, el disidente Hugo Velázquez, no parece dispuesto a terminar su mandato con tranquilidad y coherencia. Ayer, durante la sesión de la cámara, puso a consideración del pleno solamente el acta de la ordinaria de la semana anterior, ignorando las otras 3 extraordinarias que se habían realizado al finalizar la misma.
Sin embargo, el oficialista Bernardo Villalba pidió que las de las 3 sesiones extras, en las que se eligió a la nueva mesa directiva, se cambió al representante ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y al representante ante el Consejo de la Magistratura, también sean consideradas por el pleno, lo que generó la inmediata reacción del efrainista Eusebio Alvarenga, quien se negó rotundamente a que las mismas fueran tratadas porque esas sesiones, según él, eran inexistentes.
Luego de un largo debate, en el que no faltaron las agresiones personales, otra vez Velázquez abusó de su cargo y, sin considerar los argumentos expuestos, puso a consideración solamente el acta de la sesión ordinaria, lo que hizo que colorados oficialistas y liberales llanistas abandonen la sala, dejando sin quórum al plenario.
De manera absolutamente arbitraria, Velázquez resolvió que las 3 actas de las sesiones extras sean consideradas solamente por quienes habían participado de las mismas. Lo que debía haber hecho fue llevar a votación las 2 posturas del pleno, que se traten las actas o se las ignore, y obedecer la decisión de la mayoría, a la que ya no pertenece el ahora disidente.
