ADN Digital
Artículos relacionados
MADRID.- Novak Djokovic no termina de ser el gran dominador que fue hace pocos años, pero a ratos se le parece para bien del tenis y de sus aficionados. El serbio pasó ayer lunes con buena nota la difícil prueba que se le presentaba en la primera ronda del Mutua Madrid Open ante Kei Nishikori, un rival de categoría aunque diste bastante de su mejor forma, la que exhibió en 2016, por ejemplo.
El serbio, de menos a más, sacó adelante el partido en dos sets, con solvencia: 7-5 y 6-4 en una hora y 59 minutos. Dado su ranking (12º) se enfrenta casi siempre a buenos contrincantes y el siguiente será el ruso Medvedev o el británico Edmund, asequibles pero complicados.
Djokovic, uno de los mejores restadores de la historia por su intuición, colocación y precisión, le puso casi siempre complicados a Nishikori sus juegos al servicio. Tras un comienzo más bien flojo, fue acertando cada vez más y minando poco a poco la habitual buena defensa del nipón, que buscó el revés del balcánico con cierto abuso. Pero Nole afinó y aguantó bien para buscar su momento y llevarse el primer set.
