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ASUNCIÓN.- La prensa brasileña se hace eco de la cumbre del gabinete Ejecutivo prevista para mañana miércoles, en donde un tema agendado será el abordaje del acta firmada con Paraguay, sobre venta y precio de energía.
A continuación un material periodístico del periódico Gazeta do Povo, sobre el tema:
El gobierno brasileño espera el cumplimiento de las negociaciones con Paraguay sobre la contratación de energía de la planta binacional de Itaipú. Firmado el 24 de mayo por miembros de los ministerios de relaciones exteriores de ambos países, el acuerdo busca resolver el desequilibrio practicado durante años por el lado paraguayo, que ha aprovechado el excedente de energía más barato para atraer industrias e inversiones. Hace dos meses, Brasil había estado esperando que Paraguay regulara la propuesta y, debido a la delicadeza del tema, trató el asunto con reservas.
Contrariamente a los términos del acuerdo, Pedro Ferreira, presidente de Ande, estado paraguayo, renunció el viernes, desencadenando una crisis que ya derrocó a otras cuatro autoridades del país y amenaza al gobierno del presidente paraguayo Mario Abdo Benítez. Marito, como se le conoce, defendió el acuerdo y publicó un video en su cuenta de Twitter que decía que los términos eran prueba de que Paraguay es un “país serio” que no necesita “pequeñas ventajas”.
Sin interés en desestabilizar la gestión de Marito, la parte brasileña negoció un reequilibrio gradual, que se cumplirá en 2022, para evitar un “arancel” en las cuentas paraguayas. Según la propuesta acordada entre los dos países, Paraguay se comprometería a adquirir este año un poder un 9.6% más alto que 2019, y un nivel 12% más alto en los años 2020, 2021 y 2022.
Hoy, Paraguay compra un 61% menos de lo que debería y se apropia de la energía excedente más barata para abastecer el mercado interno, incluso para la participación de Brasil. En la práctica, esta ventaja ha sido pagada por el consumidor brasileño, que paga el doble del monto cobrado en Paraguay.
Las autoridades brasileñas siguen la crisis desde lejos. Mañana, la cumbre del gobierno debería reunirse para discutir el tema. Técnicamente, las fuentes estiman que Brasil no debería ceder, ya que el acuerdo ya está firmado y su incumplimiento sería un problema diplomático. Además, una retirada debilitaría la posición de Brasil en la renegociación de las cláusulas financieras del acuerdo. Por otro lado, la evaluación es que la crisis ha adquirido proporciones políticas y se ha convertido en una excusa para desestabilizar a Marito, quien asumió el cargo en agosto”.
