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Está contemplada en todas las constituciones del mundo, la Ley Madre de una nación. Pero…, por supuesto, donde rige el real Estado de Derecho, salvo en los países de regímenes totalitarios caracterizados por las violaciones de las leyes más elementales de las personas humanas, que nadie puede cercenar el real derecho que le asiste al pueblo a decidir por tal o cual sistema de gobierno que mejor le parezca para el bienestar de la sociedad en su conjunto.
El pueblo tiene la palabra, y toda decisión que asuma esa gran masa de electorado, como en este caso en su amplia mayoría lo está deseando, la reelección presidencial, en un Estado mínimamente democrático, se debe respetar lo que”Juan Pueblo” desea.
La conciencia de los más de 4 millones electores paraguayos, no podrá jamás ser desoída, porque claramente está contemplada en la misma ley madre de nuestro país, la Constitución Nacional a solicitud con un mínimo de 30.000 electores debe ser tratada. Razón demás para que los parlamentarios viabilicen muy pronto el tema de la figura de la reelección presidencial, y convertirla en elemento legal, para que el electorado decida en las urnas.
La crucial decisión, posterior a este tratamiento convertido en Ley, ya estará sujeto a lo que decide ese elector. Si el gobernante durante ese lapso de tiempo cumplió a cabalidad con sus funciones al servicio de la nación, demostrado en celoso defensor de los bienes públicos, nada de despilfarros para sus pequeños sequitos de chupamedias o hurreros, será premiado por sus excelentes funciones. Ese es el acto consiguiente demostrado a través del libre desarrollo del sufragio.
Muchos autores políticos de nuestro país, y hablo de todos los colores, están estigmatizados en su mayoría por sus malas acciones por el pueblo elector, y eso lo saben perfectamente muchos de nuestros políticos criollos, que vienen chupando de las tetas del Estado desde bastante tiempo.
Les tienen miedo en una palabra a esa autoridad que cumple su rol a raja tabla, como en el caso del actual presidente de la República, quien no solo ha invertido 360 grados la forma de administrar los bienes del país, eliminando a sus pasos los tantos privilegios sin sentidos que se atribuían mucho políticos sinvergüenzas. Es decir llegó con este gobierno la real bendición al pueblo. Y, eso nadie puede negar ni desmentir, pues los resultados están a la vista.
Por lo tanto…, Horacio Enrique Cartes Jara, merece continuar como presidente de la nación Guaraní para seguir llevando progreso en cada rincón de la Patria, que con su accionar está sacando del tremendo atraso en que estaba la Patria, cuando asumió hace 3 años y medio.
Hoy el Paraguay con su dote de verdadero estadista, producto de sus múltiples obras constituye el respeto y la ponderación de propios y extraños.
Ha dejado atrás la imagen del país que pedía limosna convertido hoy día en una región de grandes oportunidades sean para los connacionales, y como para el capital extranjero, que ven con admiración hoy día al Paraguay y como una región de oportunidades.
El pueblo ya dio su veredicto, en el Congreso de la Nación deben rubricar el pedido popular, del sí a la reelección presidencial, conscientes de que el progreso no puede parar en el país por culpa o el mal humor de una veintena de senadores. La enmienda constitucional, su tratamiento…, ya está a la vuelta de la esquina, porque así lo decidió este pueblo en honor a la excelente gestión del actual presidente de nuestro país.
