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No hay fecha prevista para la presentación del proyecto de enmienda constitucional para habilitar la reelección presidencial en el Senado. Hasta ahora, todos los rumores no fueron nada más que una guerra de nervios de disidentes y opositores que pretenden soliviantar los ánimos. Hugo Richer, del Frente Guasu, viajó a Uruguay y regresa a fines de esta semana.
ASUNCIÓN.- Hasta ahora, ningún representante del oficialismo colorado ni sus aliados del Frente Guasu y el llanismo liberal habló de alguna fecha para la presentación del proyecto, ni siquiera cuando se anunció la marcha luguista que debía realizarse ayer. De hecho, el sector suspendió la movilización para fijar una nueva fecha que coincida con el tratamiento del tema en el Senado.
Todas las supuestas fechas y presuntas convocatorias a sesión extraordinaria de la cámara fueron un invento del mismo grupete que anuncia catástrofes y ríos de sangre, con el único objetivo de crear una crispación innecesaria en el ambiente y conseguir la reacción ciudadana, aunque hasta ahora su empeño no tuvo éxito.
El proyecto de enmienda será presentado al Congreso y el Senado será la cámara de origen. Está prácticamente confirmado que ya se cuenta con los 23 votos que exige la Constitución para que pudiera ser aprobado en primera instancia y pase a la revisora, que será Diputados.
Pero nadie habla de una fecha probable y a este paso, lo más correcto sería pensar que será luego de que se reinicie el período legislativo el próximo miércoles 1 de marzo, más aun teniendo en cuenta que uno de los más importantes impulsores de la enmienda, Hugo Richer, viajó ayer a Uruguay y volverá recién a fines de esta semana.
Antes de su viaje, el legislador de Frente Guasu dijo que no hay nada definido al respecto, aunque sigue firme la intención de presentar el proyecto de enmienda. No se habló si serán los oficialistas o alguno de los otros sectores el que hará la presentación, pero el apoyo sigue firme y decidido.
El luguismo decidió que la manifestación que debía realizarse ayer coincida con el momento en el que el Senado analice el proyecto, lo que los antienmienda pretenden aprovechar para generar algún tipo de caos del cual, luego, culpar al gobierno.
