ADN Digital
Artículos relacionados
Primero sí, ahora no, pero siempre sin debatir en el seno de las instituciones y menos aún con la sociedad. Como en otros casos, el gobierno no puso a consideración de la ciudadanía organizada y obró a espaldas y el resultado es muy malo. Se va desdibujando progresivamente la imagen de seriedad que logró proyectar nuestro país, que ya empezó con el cambio de la sede de la embajada en Israel y el estrechamiento de lazos con países como Palestina y Turquía. Eladio Loizaga, excanciller nacional, apuntó que “este pacto tiene dos años de investigación y en nuestro país se lo manipula con conocimiento de su contenido”. El gobierno no asiste a la ratificación de las determinaciones, organizada por Naciones Unidas.
ASUNCIÓN.- El gobierno de Mario Abdo Benítez no socializó el Pacto Migratorio, que hoy debe ser ratificado en la asamblea de las Naciones Unidas en Marruecos y ante la ausencia de compromiso y para resolverlo, la Cancillería directamente no asistirá al evento.
En principio, Castiglioni se manifestó estar de acuerdo con el Pacto Global de Migraciones, lo que hacía suponer que firmaría el documento hoy. Esto cambió en las últimas horas y el mismo canciller informó que el embajador paraguayo ante Naciones Unidas, Julio Arriola, recibió la instrucción de no asistir a la próxima sesión de ratificación del pacto.
Este cambio de actitud fue bajo influencias del Frente Nacional Pro Vida y Pro Familia Paraguay.
Crece la duda, ¿será que el canciller Luis Castiglioni conoce el contenido del documento?
La tendencia ciudadana, que tampoco maneja los términos del Pacto, opta por rechazarlo, influidos por una parte de la propaganda contraria que asegura que vulnera la seguridad interna.
Eladio Loizaga, excanciller, explicó que nada de lo que se menciona en contra es tal y en su análisis, apunta que “no es verdad que el Pacto Migratorio obligue a cambiar leyes” y rechazó la postura intransigente de los movimientos denominados “próvida, que hablan de atentado contra la soberanía nacional, eso no es así”, dijo.
Haciendo un poco de historia, Loizaga apuntó que este documento es un producto que llevó dos años de trabajo, que incluyó consultas, elaboración de hipótesis según el desarrollo de los acontecimientos que interesan a las políticas migratorias en el mundo.
En cuanto a la reacción de los sectores organizados en nuestro país, “se nota que no se tuvo una lectura profunda de lo que es el pacto, ya que éste no obliga a los países a que cambien sus leyes, tal como temen los grupos próvida”, insistió Loizaga.
A su criterio, “este pacto, lo que se busca con esto, es una migración regular, dentro del marco legal de cada país. No coincido cuando se señala que este pacto habla de una migración irregular”, resaltó.
Destacó que “el pacto únicamente señala el respeto de las posiciones legales de los países con respecto a la migración”.
