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ASUNCIÓN.- Los escrachadores decidieron, en la noche del martes, atacar la vivienda de la mamá del senador Víctor Bogado, supuestamente para evitar un enfrentamiento con hurreros que habrían estado frente al edificio del legislador. El afectado los trató de cobardes y aseguró que el problema es con él y no con su familia.
Según Bogado, el grupo ingresó al patio de la casa donde vive su madre, que es una señora mayor, y tiraron piedras y huevos mientras gritaban exigiendo la renuncia del senador a su banca en el Congreso.
ABC publicó que el motivo por el cual no se manifestaron frente al edificio donde vive Bogado fue porque se enteraron de que allí los estaban esperando unos hurreros que tenían la misión de defender al legislador, por lo que, para evitar enfrentamientos violentos, decidieron trasladarse hasta la casa de la mamá, aún a sabiendas de que él no estaría allí.
Realmente nadie confirmó esta teoría, ni siquiera los propios escrachadores, quienes, sin embargo, rápidamente, decidieron cambiar su itinerario, con lo que queda la sensación de que, en realidad, la intención fue esa, escrachar a la familia de Bogado, dejando sentado que los objetivos de estas “expresiones indignadas” no son solo los legisladores que tienen cuentas pendientes con la Justicia sino también sus familiares.
Bastante molesto, el senador colorado dijo que “se tomaron la osadía de entrar a la casa, porque mi mamá es como los de antes y no cierra su portón. Entraron e hicieron lo que quisieron. Luego huyeron como cobardes cuando vinieron hasta mi casa”.
“Atropellaron la casa de mi madre, sabiendo bien que hace tiempo yo no estoy allí”, expresó, agregando que este grupo de escrachadores responde a las indicaciones de un medio de comunicación, refiriéndose al diario ABC con el que mantiene un enfrentamiento judicial desde hace varios años y que, ahora, ha decidido que el próximo en caer, ya sea por renuncia o pérdida de investidura, fuera él.
Añadió que “esto ya no tiene nombre, sobrepasa toda expectativa de lo creíble”, y en cuanto a la causa en su contra, aseguró que “mi caso no pasó de ser un error administrativo lamentable, sin embargo, lo criminalizaron, sentenciaron y condenaron como si fueran la máxima autoridad judicial de la República. Sin embargo, yo creo en las instituciones, no hay que cansarse. Hay gente que atropella el Estado de Derecho, pero en algún momento va a primar la cordura, verdad y Justicia”.
