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El presidente Horacio Cartes llegó al poder sin deber favores políticos a nadie, por lo que pudo actuar con libertad, convirtiendo a su gobierno en el que más hizo en favor de la ciudadanía, según el doctor Eduardo González, quien agregó que el jefe de Estado sabía que eso tendría un costo porque se enfrentó a grupos de poder manejados por algunos medios de comunicación.
ASUNCIÓN.- El gobierno de Cartes fue el que más hizo por la ciudadanía y, hasta ahora, el mejor de la era democrática, según González, apoderado de la ANR, quien destacó como motivo principal de todo lo alcanzado, “la autonomía total que tuvo el presidente y la forma que llegó al poder. Él no le debió nada a nadie para llegar al cargo y tenía muy claro cuáles eran sus promesas de campaña y sabía que tenía que cumplir”.
“Entre sus promesas estaba posicionar al Paraguay en el mundo, que es categórico que se dio. El mejoramiento de la infraestructura, el mejoramiento de las clases más desprotegidas; con los programas sociales eso se ha dado y fue realmente este gobierno el que dio los grandes pasos para que lleguen a la mayor cantidad posible de ciudadanos esos beneficios sociales”, añadió.
Insistió con que “la autonomía, tanto económica como política y sin vinculación con la clase empresarial, fue lo que hizo posible todo esto. Jamás van a poder encontrar un negocio que el presidente haya hecho con el Estado. Por eso tenía la libertad de decir las cosas en la cara a la gente”.
EMPRESARIOS TOMARON POSTURA EN CONTRA
“Como no debía nada a nadie ni a ningún grupo empresarial, pudo realizar actividades o tomar decisiones que le favorecían al pueblo. El precio del gas como nunca se redujo, el precio del combustible, y se logró la renovación de las unidades del transporte público. Esos grupos empresariales son los que rápidamente tomaron postura contra el presidente porque ya no podían hacer más los negocios y ya no era más el Estado la piñata que existió todo este tiempo”, manifestó González.
Explicó que fueron esos grupos “los que empezaron a potenciar a la oposición y a la disidencia, en su momento. Pero el presidente sabía. Siempre dijo, ‘yo voy a tomar decisiones por el pueblo, que me van a dar un costo político’, y sabía cuál era el que costo que finalmente tuvimos. No ganamos las elecciones internas por esos costos políticos, por las decisiones que se tomaron, porque, realmente, eran en beneficio del pueblo, pero afectaban a grupos poderosos”.
