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RÍO DE JANEIRO.- El general Antonio Hamilton Mourão, que este año se retiró del Ejército forzado por declaraciones inconvenientes, no podrá seguir en campaña como lo hacía hasta ahora. En su calidad de vice de Jair Bolsonaro, el diputado ultraconservador del Partido Social Liberal, empezó a dar charlas en distintos lugares. En la última sostuvo que los hogares “donde solo están la abuela y la madre, y falta el padre, son fábricas de potenciales delincuentes”. La sociedad reaccionó como si le hubiera picado una víbora. En un país donde hay numerosos jefes de hogares femeninos, nada peor que acusar a las mujeres de incapacidad de criar solas a sus hijos y nietos.
Bolsonaro se vio obligado a salir al cruce inmediato de esas afirmaciones. Internado en el hospital israelita Albert Einstein, en San Pablo, el candidato publicó en su Facebook un video donde elogia a su hija Laura y a su mujer Michelle. Y afirma que esta última fue madre soltera.
Mourão cometió el “desliz” justo en el momento en que se genera una campaña feroz contra él de las mujeres, que ya reunió 3 millones de adherentes, y que abomina el desprecio mostrado contra las electoras, al tiempo que llama a no votarlo. No fue el único problema contra una parte más que significativa de los 147 millones de votantes: los hombres son franca minoría.
En cuanto al general Mourão, este fue llamado “al orden” por sus ex camaradas de las Fuerzas Armadas, que le reclamaron que termine con este tipo de afirmaciones irritantes.
