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Es necesario modificar la Ley del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, para que deje de actuar como la “Santa inquisición”, según el expresidente del colegiado, doctor Florentín López Cáceres, quien presentó un anteproyecto sobre el tema. Dijo que el organismo es utilizado por la clase política para someter a la Justicia.
ASUNCIÓN.- Muchos son los sectores que cuestionan la labor del JEM, porque claramente se utiliza por sectores políticos como un hacha en contra de fiscales y jueces, para presionarlos y tenerlos sometidos.
López Cáceres fue presidente del tribunal, así que sabe de lo que habla cuando dice que el mismo actúa como inquisidor con los que están sometidos a su arbitrio. Lo dijo durante un seminario que se organizó sobre el tema, luego de los últimos escándalos en los que estuvieron involucrados algunos de sus miembros.
El jurista dijo que “urge la modificación, porque en vez de que el jurado cumpla su rol constitucional de buscar la independencia de la Justicia, la somete; es la forma en que la clase política somete a la Justicia; por esa razón elaboro este proyecto”.
En una entrevista radial fue, incluso, más lejos, puesto que aseguró que la mayoría de los casos que llegan al jurado “son políticos y arbitrarios, ya que fabrican cualquier cosita para enjuiciar a algunos magistrados y suspenderlos. ¿A quién se le chantajea? Al correcto. Y los jueces malos son prepotentes y arbitrarios”.
El caso viene a cuento por el último escándalo, en donde estuvo involucrado el presidente del JEM, Enrique Bacchetta, quien fue duramente cuestionado por haber criticado la actuación de la Fiscalía en el caso del diputado Ulises Quintana, aunque luego pidió disculpas y decidió apartarse de todos los casos en los que estuviera involucrada la fiscal Lorena Ledesma, responsable de dicha causa.
Según López Cáceres, estas cuestiones ocurren porque la ley actual que regula el funcionamiento del JEM “es contraria a los principios y garantías que concede la Constitución, como son la defensa en el juicio y el debido proceso”.
Para que su anteproyecto tenga entrada en una de las cámaras del Congreso y se convierta en proyecto, debe asumirlo como suyo un legislador, a fin de que sea girado a comisión y luego considerado en el plenario.
