ASUNCIÓN.- Dos grupos antagónicos se encontraron ayer a las puertas del Congreso, en donde la Cámara de Diputados, en sesión extraordinaria, trataba la conformación de las comisiones que analizarán las denuncias en contra de 6 administraciones municipales, entre las que se encuentra la de Sandra McLeod en Ciudad del Este.
Claramente quedaron identificados los que se manifestaban a favor de la intervención en la capital del Alto Paraná, como integrantes del movimiento Colorado Añetete, puesto que, entre sus reclamos, se encontraba la liberación del diputado abdista Ulises Quintana, quien se encuentra guardando prisión preventiva en el penal militar de Viñas Cué.
Lo que parecieron no percibir los añetete es que la Cámara de Diputados no es la instancia a la que reclamar la libertad del legislador, detenido por estar imputado por enriquecimiento ilícito, tráfico de drogas en calidad de cómplice y tráfico de influencias, por sus vínculos con el presunto narco Reinaldo Cabaña. Es a la Fiscalía a la que deben solicitar el cambio de carátula para que pueda tener medidas alternativas.
Por el otro lado, también se manifestaron seguidores de los Zacarías, quienes, munidos de carteles, no pedían el rechazo de la intervención sino que cesen las agresiones de las que son víctimas los integrantes de la familia.