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ASUNCIÓN.- El blindaje del Ejecutivo y la complicidad del Ministerio Público otorgan la impunidad a Patricia Samudio para seguir con el plan de favorecer a sus amigos del cartel de los combustibles, parapetados en la Asociación de Propietarios y Operarios de Estaciones de Servicios y Afines (Apesa).
La funcionaria que ingresó con el modus operandi, o mecanismo de procedimiento, y no perdió tiempo, pues a solo 15 días de asumir, marcó el rumbo aumentando el precio de los combustibles y vendiendo a precios bajos a la empresa Monte Alegre, cuyo propietario, Conrado Hoeckle, es amigo del jefe de Estado.
Samudio fue puesta en el cargo por los empresarios del cártel que aportaron en la campaña de Abdo Benítez, según las denuncias.
Patricia deberá responder por varias irregularidades, entre ellas: Privilegió a la empresa Monte Alegre SA, del asesor “ad honorem” de Marito Abdo, Conrado Hoeckle. Registra la petrolera que Monte Alegre S.A. realiza la mayor cantidad de compra en el mes de setiembre, con el valor agregado de que ya tenía la información de que el combustible subiría en octubre.
Llevó 7,5 millones de litros de gasoil a precio anterior a la suba y en esa variación de precio, sin contar sus ganancias por la venta, la familia Hoeckle ganó US$ 1 millón.
