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ASUNCIÓN.- El asesor jurídico de Efraín Alegre, Rubén Ocampos, decidió esgrimir un argumento traído de los pelos para justificar el ridículo pedido de asilo político para los patoteros que quemaron el Congreso. Dijo que la culpable de los hechos vandálicos es la Policía, cuya manifiesta negligencia debe ser investigada, pero no porque haya hecho arder la sede parlamentaria. Parece que los efrainistas piensan que pueden invadir cualquier propiedad, sea pública o privada, si no está vigilada por el dueño o las fuerzas del orden.
Los que pidieron asilo político al Uruguay son 4 inadaptados liberales que fueron utilizados por Efraín Alegre para generar incidentes en la plaza durante la tarde del 31 de marzo pasado, con la sola intención de crispar tanto el ambiente como para que la ciudadanía se enfrentara entre sí, con la excusa del proyecto de enmienda como fondo.
Desde estas páginas siempre insistimos en que, además de los patoteros, debían ser imputados los cabecillas, tanto Alegre como Rafael Filizzola y Mario Abdo Benítez, quienes también trajeron gente suya para provocar desórdenes en la plaza. Pero ahora resulta que, no solamente no se imputó a estos políticos, sino los que sí lo fueron, la carne de cañón, decidió pedir asilo político, como si la imputación fuera una persecución y no la consecuencia lógica de la investigación fiscal en relación a un delito.
Porque lo que estos patoteros cometieron fue un delito, lisa y llanamente. Así que cuando el leguleyo efrainista pretende justificar el ridículo pedido al Uruguay asegurando que no son los pobres delincuentes los responsables de haber quemado el Congreso, sino los policías que no estuvieron allí para detenerlos, lo que hace es presentar a sus defendidos como unos inútiles, sin capacidad de tomar decisiones propias.
Según Ocampos, si unos delincuentes quieren invadir una casa pueden hacerlo con absoluta libertad si es que no está el dueño ni hay guardia policial que la resguarde. Y si la Fiscalía decide imputar a esos delincuentes, podrán mostrarse como perseguidos políticos porque el dueño y la Policía resultarán culpables de la invasión por no haber defendido la propiedad.
Así de estúpido y ridículo es el argumento utilizado por el abogado de Alegre, quien, encima, anuncia que aumentará el número de pedido de asilo político para otros patoteros imputados por la Fiscalía.
