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Los centros de salud carecen de los elementos básicos para tratar a los enfermos. Las políticas gubernamentales de bloqueo al ingreso de productos extranjeros impiden el acceso a medicamentos de primera necesidad, lo cual ahonda la crisis sanitaria. Los pacientes deben llevar sus propias gasas y medicinas para ser atendidos.
CARACAS.- Un artículo publicado en El País de España señala que los médicos hacen una selección rigurosa de los casos en emergencia porque es sábado y los fines de semana no trabaja todo el personal.
“Trabajamos como en un país en guerra”. La frase le pertenece a Efraim Vegas, un médico residente del Hospital Periférico de Coche, en el oeste de Caracas, quien pide a los pacientes comprar las gasas y los antibióticos para poder atenderlos.
El médico eligió a Argenis Peña, un hombre con una profunda herida en la pierna, para hacerle una cura. El resto, otra docena de pacientes, debe aguardar en cama.
En el hospital en cuestión también hay falta de agua. Las cubetas son almacenadas en los sanitarios entre el miércoles y el domingo porque esos días se restringe el servicio. Las condiciones son similares en otros hospitales de Caracas.
En el stock del centro de salud sólo hay un par de botellas con solución fisiológica y cuatro cajas con medicamentos. El resto está vacío. La Federación Médica de Venezuela calcula que el déficit de insumos en los hospitales alcanza un 95%, mientras que el Gobierno señala que existen fallas puntuales.
La crisis sanitaria en Venezuela se arrastra desde hace ya una década, pero en los últimos dos años la escasez de medicamentos se convirtió en uno de los ejes de preocupación para los venezolanos.
Las políticas gubernamentales de bloqueo al ingreso de productos extranjeros impiden el acceso a medicamentos de primera necesidad que en muchos casos forman parte de tratamientos donde su uso no puede interrumpirse.
El presidente de la Federación Médica, Douglas León Natera, aseguró que “no hay como tratar a los pacientes oncológicos, los pacientes diabéticos, los pacientes prostáticos, los niñitos con fiebre, los pacientes con enfermedades infectocontagiosas emergentes y remergentes” y calificó la situación como “una gran calamidad” y “un holocausto de la salud” que ha decretado el gobierno de Nicolás Maduro.
