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Impacto y expectativa de la nueva carta orgánica del BNF

Por: Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro (*)
Por: Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro

Recientemente el Poder Ejecutivo ha promulgado la Ley que Reforma de la Carta Orgánica del Banco Nacional de Fomento (BNF), que estuvo vigente por 56 años (Desde 1961, año del inicio de sus operaciones en reemplazo del antiguo Banco del Paraguay).

La misma se ha dado dentro del proceso de modernización y reestructuración de la principal banca pública de desarrollo de nuestro país a fin de poder “aggiornarse” convenientemente al siglo que nos toca vivir, pues después de más de 5 décadas de vida, es obvio suponer que esta vetusta Ley ya estaba totalmente obsoleta y desfasada en el tiempo. La intención primaria es poder operar dentro de nuestro mercado  de igual a igual con las demás instituciones financieras del sector privado, que coadyuven en forma eficiente y eficaz a convertirse de ahora en más en una banca moderna, competitiva y mucho más rentable.

La modificación de la referida Carta Orgánica contemplaba entre otros aspectos, el reemplazo del anterior Consejo de Administración -integrado por 7 miembros representando a diferentes gremios empresariales- por el de un Directorio compuesto de 4 miembros titulares además de su Presidente  y nombrados directamente por el Poder Ejecutivo, en función a los requisitos de idoneidad técnica-profesional insertos en la referida Ley.

Todo ello trajo aparejado de parte de la Cámara de Senadores y de gremios del sector privado reclamos e inquietud dado que  de ahora en más las antiguas representaciones de gremios dejarán de formar parte de la misma, siendo una de las principales preocupaciones de que la conducción directriz y tomas de decisiones dentro de esta entidad se vea politizada en desmedro de los intereses del sector privado.

Sería un poco difícil que ello ocurra, teniendo en cuenta que para la elección de los 4 nuevos directores, se han tenido en cuenta que los aspectos enunciados precedentemente además de  probado conocimiento del sector  económico-financiero.

Debemos tener en cuenta que cuando la antigua Ley fue promulgada, las condiciones del país, de la banca en general, y de nuestro mercado eran totalmente distintas a las que estamos viviendo en este siglo XXI.

Además, se debe considerar que el BNF es 100% de capital estatal, por lo que sería de relativa relevancia  que el sector privado tuviera participación dentro de la Dirección ejecutiva-administrativa de dicho ente.

El cambio por la ley vigente a la fecha obviamente fue para mejorar no sólo la imagen institucional del BNF, sino que para que pueda disponer de todas las herramientas necesarias que les permitan  poder desempeñarse como nuestra principal Banca Pública de Desarrollo. Y que por las limitaciones que se observaban en la anterior legislación, no era posible que pudieran observar una gestión económica-financiera-patrimonial y directriz moderna y acorde a los tiempos actuales dentro de un mercado cada vez “más peleado” y competitivo.

La condición  primaria que regía anteriormente era que todos los préstamos corporativos concedidos debían estar respaldados por garantía hipotecaria de primer rango, no dándole a la institución suficientes márgenes de maniobrabilidad para diseñar las facilidades crediticias con otros tipos de colaterales en función a la generación neta operativa/no operativa de fondos del cliente y de su capacidad de repago que es lo más importante. Pues en Banca bien sabemos que las garantías son accesorias constituyéndose “como una segunda ventana de salida” ante una eventual falla de la fuente primaria de repago.

Otro aspecto que limitaba bastante al BNF el poder asistir a los diversos sectores productivos en función a sus necesidades de recursos, tanto para capital de trabajo y/o adquisición de Bienes de capital, era su LLP que ascendía a apenas USD: 2MM por cliente, cuando que su Patrimonio Neto es el cuarto en orden de fortaleza dentro del sistema financiero, pudiendo otorgar préstamos por montos muy superiores que es justamente lo que se ha logrado con esta nueva Ley orgánica.

El BNF tiene el hándicap favorable de ser la institución con mayor red de sucursales y agencias en todo el país y que aprovechado en forma profesional, de hecho los niveles de asistencia crediticia a dichos sectores se podrían ver muy acrecentados que es justamente la principal expectativa que se tiene y que esperemos pueda estar acorde a lo que exige el crecimiento y expansión cualitativa y cuantitativa de nuestro mercado y de los diversos segmentos de negocios que tenemos a nivel país.

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