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El comisario Fabián Bernardo Barrios Sosa, quien se desempeñaba como jefe en la subcomisaría 52 Piro’y, distrito de Minga Guazú, departamento de Alto Paraná, fue imputado por robo, coacción sexual y violación. La fiscal Cinthia Leiva Cardozo solicitó su prisión preventiva y realiza más diligencias para identificar a otros involucrados. El hecho ocurrió el 12 de abril pasado. Resultó víctima una comerciante identificada como Griselda Esther Cardozo, a quien le despojaron de la suma de 150 mil dólares americanos.
MINGA GUAZÚ, Alto Paraná.- El escrito fiscal refiere que Griselda Esther Cardozo estaba en compañía de Roque Meza y Carmen Cabral, retornando de la ciudad de Encarnación a Ciudad del Este. Al alcanzar el km 28 fueron retenidos en un control policial. Dijeron que un uniformado que ni siquiera portaba identificación fue quien les hizo la señal de pare.
El agente les pidió sus documentos personales, a lo que los ocupantes del rodado accedieron sin problemas. También le facilitaron los papeles del automóvil. Sin embargo, les solicitó que desciendan, pues iban a verificar el coche.
Inmediatamente otros dos policías se aproximaron y comenzaron a abrir el vehículo. Primero, revisaron la valijera, pero como no encontraron nada, verificaron la parte delantera, donde estaba una mochila con el dinero, perteneciente a Griselda Esther, para pago por mercaderías para la empresa donde trabaja.
Los intervinientes preguntaron de quién era, a lo que Griselda contestó que le pertenecía. Posteriormente ya aprehendieron a los demás ocupantes, refiriendo que debían acompañarlos hasta la sede policial, en un auto particular.
Una vez adentro, Roque Meza cuestionó el procedimiento irregular, por lo que fue golpeado. Mientras, Cardozo y Cabral se sentaron entre dos uniformados, en el asiento trasero. Los sospechados les apuntaron en la cabeza, a fin de que se mantuvieran agachadas, para no ver por dónde circulaban.
Les hicieron recorrer por aproximadamente 20 minutos, expresa el acta de imputación. Luego, se dirigieron hasta la sede policial, donde uno de los implicados bajó los fajos de billetes y documentos de la propietaria sobre la mesa. En minutos entró al despacho el comisario Barrios, quien consultó sus nombres y después preguntó a quién le pertenecía la plata.
De acuerdo con la investigación, Griselda respondió que era de sus clientes, para el pago por mercaderías. Entonces el jefe de comisaría pidió a los demás policías que se retiraran del recinto, para quedarse solo con la mujer a quien le manifestó: “Vos tenés que olvidarte nomas ya de esa plata, primero nadie te va a creer a vos y segundo nadie de los dos quiere viajar”.
Asustada la denunciante, le advirtió al comisario que iba a gritar, pero éste se rió y le tapó inmediatamente la boca, al tiempo de tocarle el pecho, la cintura, las nalgas y sus partes íntimas.
Anonada la aprehendida le pidió que le diera al menos para su pasaje, pero Barrios sacó 4 mil dólares del botín y le metió entre su ropa interior, aprovechando para meterle los dedos en la vagina, de manera brutal, relata el acta de la fiscal Leiva Cardozo.
En ese interin entró un efectivo policial en lugar, a quien Barrios le dijo en guaraní: “Perahandema, perahandema”. Los tres agentes del orden volvieron a subir a los afectados en el vehículo y en la rotonda del km 30 les liberó.
Pero antes de que descendieran les amenazó otra vez: “Ya peikuaama voi hina ape, ndaha´ei ramo pee pende gentekuera hina”, dándoles a entender que si hablaban sobre el caso serían asesinados ellos o sus familiares.
NEGÓ EL HECHO
El ahora extitular de la referida repartición policial, Esteban Barrios, ante la Fiscalía, negó rotundamente lo sucedido, asegurando que se trataba de un montaje y que las fotografías fueron estiradas de su foto de perfil del whatsapp, para ser utilizadas en su contra.
Sin embargo, el Ministerio Público encontró suficientes elementos en su contra y formuló el proceso penal, solicitando a juzgado que sea encerrado en el transcurso de la pesquisa.
