José Ortiz, presidente de TABESA.
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Irracional ataque político a la industria tabacalera

El impuesto al tabaco ya aumentó del 13% al 16% (más del 20%). Ahora pretenden que suba al 20% (lo que implica otros 25% más), lo que sería letal para este importante sector de la economía, que es uno de los que más aporta al fisco. Liquidaría miles de puestos de trabajo y daría riendas sueltas a la informalidad y el contrabando. La Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados emitirá esta semana su dictamen sobre el tema.

ASUNCIÓN.- Una suba abrupta del impuesto al tabaco tendrá consecuencias aciagas para dicho sector manufacturero del país. Tendrá incidencias negativas sobre la recaudación del fisco, además de aumentar la informalidad y generar el desempleo, lo que afectaría a miles de familias paraguayas.

La determinación de aumentar de forma abrupta el porcentaje del tributo tiene objetivos políticos. La propuesta fue presentada por el Frente Guasú.

“Este tipo de aumentos es una invitación a la destrucción del sector formal. Acá la industria formal va a perder espacio en el mercado, va a tributar menos, va a emplear menos y no se va a dejar de fumar. Al contrario, el mercado va a acceder a cigarrillos más baratos porque va a ser reemplazada la actividad formal por la actividad informal”, había afirmado el presidente de la empresa Tabacalera del Este S.A., José Ortiz.

Son dos proyectos de ley, que ya tienen media sanción del Senado. Uno eleva el impuesto al tabaco y otro de transparencia de la cadena de suministro de tabaco y sus productos, cono­cido como Ley de Trazabili­dad. Este último permitirá conocer desde la producción en bruto hasta la llegada al consumidor con un sistema de control por cajeti­lla. Además, identificará aquellas que serán para el consumo local como para la exportación.

“Como Unión de Tabacaleros del Paraguay hemos pedido el rechazo de ambos proyectos. Hay que recordar que Hacienda subió del 13 al 16 % el impuesto y ya en esta última tasa aparecieron algunas fábricas clandestinas. A ese porcentaje ya aparecieron los negocios formales”, dijo al momento de estimar que existe un latente peligro de ocasionar el auge de la irregularidad.

Así también, Ortiz resaltó que es una barbaridad subir el 25%, porque no se trata de un simple “power point”, sino que en el terreno se sustituye la actividad legal por una ilegal.

La semana pasada, los representantes del sector tabacalero y del Ministerio de Hacienda se reunieron con los legisladores de la comisión de Asuntos Constitucionales y Presupuesto de la Cámara Baja del Congreso. El titular de la comisión de Asuntos Económicos y Financieros, diputado Milciades Duré (PLRA), consideró que para mejorar la recaudación, el Ministerio de Hacienda debe potenciar el sistema de control para combatir la evasión fiscal.

“Necesitamos mayor gestión para combatir la evasión fiscal. Yo creo que el 70 u 80% podemos recaudar más si mejoramos el control de evasión. Esta es una sugerencia que tenemos, como legisladores”, esgrimió.

Tras la reunión conjunta, los diputados adelantaron que pondrán a la vista del pleno de la comisión las consideraciones vertidas en la reunión conjunta. Según adelantaron, los dictámenes serán emitidos esta semana.

AFECTA A 5 MIL FAMILIAS

La industria tabacalera paraguaya cuenta con los siguientes números: más de 5.000 familias con el empleo directo, otros 1.500 trabajos más destinados a productores, y otros 55.000 puntos de venta distribuidos por todo el país. La intención de subir indiscriminadamente el tributo dejará sin empleos a miles de personas.

En relación a esto, el presidente de Tabacalera del Este S.A. (Tabesa), José Ortiz, detalló que en la zona de producción (Concepción, San Pedro y Canindeyú) son 1.500 familias directamente afectadas, más los fletes y demás eslabones de la cadena productiva. Esto en lo que refiere a su empresa.

A ello se suman las más de 1.400 personas que Tabesa emplea y los más de 50.000 puntos de venta del producto de todo el país.

“En el sector del tabaco tenemos un margen de utilidad pre-asignado para los productores, antes de cosechar sus productos ya tienen el 100% vendido. Perderán una calidad en el negocio, el cual debería ser replicado en otros rubros. Prácticamente plantan el tabaco mirando al clima, nada más”, agregó el empresario.

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